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Cada final de temporada está marcado por el sprint a contrarreloj que protagonizan los clubes que no han conseguido sus objetivos a lo largo del curso. Unos pelean por Europa, como es el caso de Athletic Club, Osasuna, Sevilla y Girona, y otros por mantener la categoría. Esa esa segunda pelea es la que cada año algutina a un mayor número de equipos. Algunos, sabedores de sus limitaciones, conocen que esa será su lucha desde el inicio liguero.
Bajo esta condición cayeron encuentran clubes como Real Valladolid, Cádiz, Getafe, Valencia, Celta y Almería, quienes definirán en la última jornada de LaLiga cuál será el equipo que acompañará a Espanyol y Elche a Segunda División española para la temporada 2023/24. Una jornada con muchos condimentos en el que el minuto a minuto será infartante.
La buena noticia para los seis equipos metidos en descenso es que todos dependen de sí mismos, es decir, que ganando se quedan en Primera. Pero todos hacen cuentas porque puede haber un lío tremendo con empate a 41 puntos entre dos, tres, cuatro o incluso cinco equipos. Y ahí el desempate será por cómo quedaron entre los duelos entre sí.
Cinco de los seis equipos que pelean por la permanencia podrían lograr la salvación aun perdiendo. El único equipo al que no le vale la derrota es el Valladolid, que necesita al menos empatar con el Getafe para no descender. El Valencia aún no está salvado porque es el gran perjudicado en el triple empate con Getafe y Cádiz. Si empatan getafenses y gaditanos el coeficiente general, mandaría al descenso al conjunto Che.
Según las estadíisticas de probabilidad generadas por un ordenador, el Cádiz tiene un 0,5% de posibilidades de descender. El Valencia, por su parte, un 1%; el Getafe un 3%, el Almería un 13%, el Celta un 36% y el Real Valladolid, ahora en puestos de quema, se lleva un 47% de posibilidades de bajar.
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