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Carlos Franco es uno de esos peloteros que no moja, pero empapa. No es de los peloteros que brillan en las grandes marquesinas, pero sí tiene cómo dar la lucha y hacer el trabajo. Es de esos que no hablan mucho, pero dan sus batazos cuando es menester. Los liceístas lo deben recordar, porque fue a quien recibieron los azules por Yamaico Navarro en 2019.
Este año no ha podido uniformarse aún no los azules, pero desde 2016 ha sido un pelotero consistente en el circuito dominicano. Para quienes no recuerda, en 2016 fue uno de los mejores remolcadores de los Toros del Este con 13; en 2018 llevó a 14 para la casa y en 2019, ya con el Licey, fueron 10 impulsadas. Su promedio de embasado, en esa campaña, por ejemplo, fue .383 y .343 de slugging.
“Poco a poco me he ido preparando”, explica el antesalista e inicialista de los felinos. “Tú sabes, aquí preparándome. Solo estoy esperando que me inscriban en el roster. Estoy a las órdenes del mánager”.
Pero la entrevista, una vez conocida su condición física, se tornó hacia sus vivencias en el Asia. Acaba de llegar de Taiwán, donde jugó pelota. “Allá se juega completamente diferente a como se juega aquí”, dice Franco. “Allá se toca la bola, se hace bateo y corrido. Allá no hay juego pequeño, o sea juego pegado. Allá si estás ganando por 4 o 5 carreras, pero debes tocar la bola, pues la tocas”.
El público en el Asia es tan cálido que no extrañó a su gente en República Dominicana. “Allá están todo el tiempo haciendo bulla“, comenta. “El público es bastante divertido. Uno siempre escucha a los fanáticos y mucha bulla. Era una combinación de los juegos entre Águila-Licey”.
Con respecto a su preparación ha estado practicando en la paralela. “Llegué hace tres semanas más o menos y no he dejado de trabajar”, soltó. “Estoy listo para ayudar en la primera y en la tercera base”.
Los Tigres, en este momento, tienen sobreabundancia de infielders, quizá por eso no ha sido tan urgente la entrada de Franco en el equipo, pero, como el bateo nunca sobra y siempre es bueno contar con un bate oportuno, no se extrañen si para la semana que viene se anuncia su entrada en el roster azul.
“Me hacía falta el calor dominicano, eso siempre se extraña”, comenta, cuando se le pregunta sobre la patria.
Para quien tiene mala memoria, en 2019, Franco fue uno de los mejores bateadores de la Serie Final con los Tigres del Licey. En cinco juegos dejó una línea ofensiva de .417/.462/.583 con dos dobletes y tres remolcadas.