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La gerencia de los Gigantes del Cibao tomó en el draft de reingreso a Yamaico Navarro, porque pensaban que este podía ayudarlos con el bate. Fue la primera escogencia de los nordestanos y este martes les demostró a todos que no se equivocaron con tal escogencia. El slugger tiene la capacidad de cambiar la faz del juego con un solo swing y eso fue lo que ocurrió este martes.
Navarro le dio la bienvenida en la parte baja del octavo al relevista Hansel Robles (0-1) con un soberbio estacazo entre left y center field para guiar a los potros a una victoria 4-2 sobre los Tigres del Licey en el estadio Julian Javier de San Francisco de Macorís. La gente apostada en las tribunas del coso macorisano disfrutaba de una fresca noche de 22 grados centígrados, cuando vieron aquel proyectil perderse en lontanza.
Bastó no solo un swing, un pitcheo nada más, para inflingir un daño que a la postre resultó irreparable y que pone las cosas 1-1 para ambos conjuntos. La recta de Robles fue noble, por toda la zona de strike y Navarro siempre se ha caracterizado por tener buenas muñecas y no perdonar errores contrarios. ¡Pum!
El otro refuerzo de los Gigantes que respondió fue Erik González, quien anotó la primera de los dueños de casa, impulsó una y fue un perfecto custodió del campo corto.
Con esta derrota se piede una buena salida de Steve Moyer, quien continúa haciendo buen trabajo, ahora en la postemporada. El zurdo soltó 5.0 entradas, en las que aisló cuatro hits, le hicieron una carrera inmerecida, ponchó a cuatro y otorgó tres bases por bolas.
Cuando José Offerman le pidió la bola el juego estaba a favor de los felinos, así que recurrió a una de las mejores armas que mostraron los azules en la ronda regular: el bullpen. Pero ni Enyel de los Santos ni Robles pudieron contener los bates locales y por allí se colaron los potros para hacerse con esta importante victoria.
Durante 3 horas y 43 minutos, ambos equipos batallaron a brazo partido. En el noveno inning, el estratega de los vinotinto Luis “Pipe” Urueta colocó en el montículo a Fernando Rodney, quien se apunta el primer salvado de la postemporada, sigue soltando la bola 95 millas por hora y no deja la buena costumbre de lanzar strike. De 16 lanzamientos realizados 9 fueron en la zona buena.
Al momento del estacazo de los locales lanzaba por los Gigantes, Luis Perdomo (1-0), quien soltó un inning, pasó a uno por las armas y se apuntó la victoria.
Hoy los Tigres regresan a su fortaleza, el estadio Quisqueya Juan Marichal, mientras que las Estrellas Orientales viajan hasta San Francisco de Macorís para medirse a los Gigantes. Los cuatro equipos están con récord de 1-1.