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Si algo ha hecho muy bien Luis Liberato es adaptarse a los cambios. Durante siete temporadas estuvo con los Leones del Escogido, donde no solo se ganó el cariño del público sino que se convirtió en una especie de pelotero franquicia, pero… ¡lo cambiaron!

El canje fue inesperado y hasta ahora improductivo para los escarlata. Mientras que Liberato ha sido ese comodín tan escencial para todo mánager y novena necesitan para resolver. “Me han tratado muy bien”, dice el pelotero, quien sin contar la jornada de este sábado, tiene un línea ofensiva de .200/.298/.300 con un jonrón y seis impulsadas en 50 turnos al bate.

“Hay varias diferencias entre un estadio y otro”, explica el grandeliga. “El de Santo Domingo (donde se realizó la entrevista) es mucho más grande, en el de San Francisco corre mucho más la bola. Es muy conveniente jugar en ese estadio. Me ha ido muy bien aquí, estoy contento”.

Sobre su nuevo equipo no tiene quejas. “Me siento súper bien aquí en los Gigantes”, confiesa. “Se vive mucha hermandad y profesionalismo y eso me gusta. En verdad me siento súper contento con el equipo”.

No es para menos, los Gigantes del Cibao están repletos de peloteros de mucha experiencia y grandeligas. Marcell Ozuna, José Sirí, Moisés Sierra, entre otro, son solo algunos de los nombres de donde Libertado aprende y toma lecciones muy concienzudas.

“Esoy súper contento de participar con pelotero como Ozuna y todos ellos”, exclama con júbilo. “Creo que estar con ellos me va a ayudar mucho en mi carrera y al equipo de los Gigantes”.

Liberato debutó en el beisbol de Grandes Ligas el 1o de septiembre de 2022 con los Padres de San Diego. Ese día se fue de 2-0 con dos ponches. Pero fue una recompensa, fueron 10 años de espera, luchas, sinsabores hasta que lo llamaron.

“El día que me subieron yo estaba en triple A y yo acababa de conectar el jonrón 20 de la temporada”, cuenta el pelotero. “El mánager me llama y me dice ‘Liberato, hay un equipo en Japón que está interesado en ti’, Yo le dije ‘¡qué!’. Entonces me dijo que el equipo con el que iba a jugar mañana jugaba en San Diego contra los Dodgers. Se me salieron las lágrimas de alegría”.

Liberato no deja de luchar. Y cree que su fe lo ha ayudado mucho en el camino. “No dejen de creer en Dios”, observa. “Él es lo más importante para conseguirlo todo. Pero tampoco dejen de luchar ni trabajar. Si estás enfocado en un objetivo no lo sueltes hasta que lo alcances”.

Liberato se fue a otra ciudad en Dominicana. Allí quizá no tendrá el papel tan protagónico que tenía con los Leones, pero al menos tiene ilusiones y muchos maestro de quienes aprender y ese conocimiento es invaluable.