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Hay juegos que se definen con tres batazos. El de este domingo por la noche fue uno de ellos. Tres buenas conexiones bastaron y las aspiraciones de los Leones del Escogido se esfumaron en menos de 10 minutos.
Fue una victoria 4-1 de las Águilas Cibaeñas a domicilio. Y es importante para ellos porque cada día se acercan más a los 30 triunfos y se afianzan en el primer lugar de la tabla clasificatoria.
El estadio Quisqueya Juan Marichal fue testigo de una refriega que duró 3 horas y 41 minutos, comenzó a jugarse bajo un cielo despejado, con temperaturas de 29 grados Celsius y un público aceptable, mayormente aguilucho, que todo el tiempo estuvo aupando a la tropa de dirige José Leger.
La victoria fue para Julián Fernández (2-0), perdió Dusten Knight (0-1) y Neftalí Félix se agenció su quinto salvado de la temporada.
Los melenudos vivieron la ilusión de mantener la victoria durante ocho entradas. Fabricaron una en el cuarto y el pitcheo se encargó de mantener la ventaja, pero un equipo que batee tres hits a lo largo del juego, ninguno de largometraje, no tiene derecho a ganar.
Las Águilas (26-11) lograron su segunda victoria consecutiva y sexta sobre los escarlatas para ganar su primera serie particular (6-1) y, además, siguen líderes del campeonato.
La tropa escarlata está en el foso, con marca de 11-24, a cuatro del cuarto puesto clasificatorio, obligados a ganar al menos 13 de los próximos 15 juegos si de verdad quieren soñar con el todos contra todo. Pero poco probable que eso pase. Al Escogido, simplemente, no le sale nada bien. La temporada no les salió bien.
¿Eliminados? Matemáticamente no, pero en la vida real pueden irse despidiendo de sus aspiraciones de postemporada.
En el cierre del cuarto inning, con Joseph Rosa en circulación, Franmil Reyes tiró doblete empujador de una. Esa fue la de irse arriba y la única que anotaron.
La artillería roja se fue de 5-0 con hombres en posición anotadora y dejaron a seis en circulación. El abridor Iván Nova salió tocado del juego, luego de 3 1/3 de labor, en donde había silenciado a los bates rapaces.
Fue un juego dominado por los lanzadores hasta que en el octavo episodio los bates de las Águilas hicieron explosión ante los envíos de Knight y Aneurys Zabala.
Wilmer Difó recibe a Knight con base por bolas. Llega a tercera gracias a doblete ceñido por la raya de Cade Gotta. Entonces Yairo Muñoz soltó doblete similar al de Gotta, para barrer las bases y poner la ventaja en la pizarra.
“Gracias a Dios puede aportar mi grano de arena para el equipo”, fueron las primera palabras del Muñoz, una vez finalizado el encuentro. “Fui al home con la mentalidad de buscar una pitcheo arriba de la zona que yo pueda hacer daño. Me lanzó un cambio de velocidad y salió el batazo”.
Tavárez entró a relevar a Knight. Le dieron boleto intencional a Yoenis Céspedes y pusieron dos en base. Vino una jugada de doble robo. Hombres en segunda y tercera, cuando vino el doblete limpiabases de Andretty Cordero para darle cifras definitivas al encuentro.
Al Escogido le quedan esperanzas, agónicas, pero esperanzas. Esta noche van contra el Licey en el Quisqueya y tratarán de conseguir otro triunfo. Eso sí, tienen que batear.