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El piloto neerlandés Max Verstappen ganó este sábado el Sprint en el Gran Premio de Bélgica, duodécima prueba puntuable del Mundial de Fórmula 1, gracias a un adelantamiento sobre el australiano Oscar Piastri cuando se relanzó la carrera a escasas vueltas de la conclusión debido a un safety car. El chaparrón caído sobre el circuito de Spa-Francorchamps, justo cuando el Sprint estaba previsto para inciarse, hizo que la salida original se retrasase varias veces.
Finalmente, la dirección del Gran Premio recortó el número de vueltas programadas; se dieron 11 en total, con arranque de los coches a rebufo del safety car. La elección de neumáticos era fundamental y las escuderías habían apostado por gomas intermedias, así que la primera vuelta vivió un caos de todos entrando en boxes para lidiar con el asfalto recién seco. En ese periplo por garage y pit lane estaban las opciones de ganar posiciones o de cederlas, salvando los muebles sabatinos.
Piastri rebasó con su pericia a Verstappen, pero el neerlandés se vio beneficiado por una salida de pista del español Fernando Alonso (Aston Martin). En el trance de la curva 10 a la 11, el piloto asturiano hizo un trompo en la gravilla y confirmó su mal día, ya que en el Shootout de clasificación había tenido malas prestaciones. El percance de Alonso provocó que hubiera otro safety car y, en lo que acabó siendo un relanzamiento de salida, Verstappen superó a Piastri para conservar la primera posición y sumar ocho puntos más a su sólido liderato del Mundial. Para colmo, su gran perseguidor Sergio Checo Pérez (Red Bull Racing) se tuvo que retirar.
Un lance con Lewis Hamilton (Mercedes) dejó al bólido del mexicano fuera de combate y significó una sanción de cinco segundos para el británico, algo que a la vez favoreció a Carlos Sainz (Ferrari). El madrileño, quinto bajo la bandera a cuadros, se quedó finalmente con la cuarta plaza. Justo por delante de él, el francés Pierre Gasly (Alpine), la otra sorpresa, completó el podio.