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A medida que se aproxima el esperado combate entre Mike Tyson y Jake Paul, el mundo del boxeo se encuentra inmerso en un mar de dudas e incertidumbre. Tyson, de 58 años, enfrenta una investigación del Departamento de Licencias y Regulación de Texas (TDLR) luego de hacer declaraciones sobre su estado de salud y sus inquietudes sobre la mortalidad, generando cuestionamientos sobre su seguridad en el ring. Estos antecedentes han avivado las preocupaciones de fanáticos y especialistas en la antesala del enfrentamiento, reprogramado para los próximos meses tras un aplazamiento debido a una severa úlcera gástrica que afectó a Tyson en mayo.

La investigación del TDLR y las declaraciones de Tyson

El Departamento de Licencias y Regulación de Texas anunció que los médicos asignados realizarán una serie de exámenes exhaustivos para evaluar si Tyson está en condiciones de pelear. Tela Mange, portavoz de la entidad, confirmó que el equipo médico discutirá en detalle el historial clínico del legendario boxeador y analizará su estado físico antes de dar luz verde al evento.

Durante una reciente entrevista, Tyson rememoró la gravedad de su hospitalización en mayo, cuando llegó a Los Ángeles con fuertes dolores estomacales que culminaron en un diagnóstico de úlcera. “Pensé en morir como un gladiador en el ring”, declaró Tyson, evidenciando su temor de enfrentar una muerte fuera del cuadrilátero. En aquel entonces, incluso consultó a su médico sobre las probabilidades de fallecer, y la ambigüedad de la respuesta lo llevó a reflexionar sobre su mortalidad. “No quiero morir en una cama de hospital; quiero morir en el ring”, aseguró Tyson, quien fue conocido en sus años de esplendor como “Iron Mike”.

La recuperación y los desafíos físicos de Tyson

Pese a las advertencias sobre su salud, Tyson ha trabajado intensamente para retomar su nivel físico y enfrentar a Jake Paul, el youtuber convertido en boxeador que ha ganado notoriedad en el ring. Sin embargo, Tyson admitió recientemente que su cuerpo enfrenta las secuelas de una vida dedicada a los golpes y al rigor físico extremo. “Mi cuerpo está destrozado en este momento; me duele todo”, confesó Tyson. Su historial de problemas de salud incluye episodios de ciática, una condición que lo afecta de forma intermitente y, en ocasiones, lo ha dejado inmovilizado.

En 2022, se difundieron imágenes de Tyson utilizando un bastón, lo que generó especulaciones sobre su estado físico. Aunque el boxeador ha intentado calmar a sus seguidores asegurando que se siente en buenas condiciones, las dudas persisten. “Cuando la ciática aparece, no puedo ni hablar”, explicó en una entrevista, dejando claro que aún lucha con dolencias que podrían impactar su desempeño.

La expectativa de una pelea que atrae a las multitudes

La pelea entre Tyson y Paul no solo reúne a seguidores del boxeo, sino también a una audiencia masiva de nuevos fanáticos impulsada por la fama de Paul en redes sociales. Se espera que el combate ofrezca rounds de dos minutos, en lugar de los tradicionales tres, para intensificar la acción y hacer la contienda más dinámica. Según Tyson, esta modificación permitirá más intercambios en el ring y será un espectáculo memorable para los espectadores.

La publicación de Tyson en sus redes sociales expresando su confianza para vencer a Jake Paul desató miles de reacciones, algunas instando al boxeador a cuidar su salud. Comentarios como “No tienes nada que probar, Mike” reflejan el deseo de sus seguidores de que Tyson evite riesgos innecesarios. Otros, en cambio, lo alientan a seguir adelante, recordándole que, sin importar el resultado, siempre será un campeón para ellos.

El regreso de Mike Tyson al cuadrilátero, rodeado de sus propias dudas y desafíos de salud, se convierte en un evento intrigante y controversial que divide opiniones. Aunque el legendario pugilista parece determinado a dar un último espectáculo, su bienestar está en manos de los médicos y autoridades del TDLR, quienes decidirán si Tyson está apto para enfrentar este nuevo reto. En un deporte donde la gloria y el peligro van de la mano, Mike Tyson sigue siendo un símbolo de resistencia, listo para deslumbrar a sus fanáticos una vez más, con un desenlace que, aunque incierto, promete ser inolvidable.