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La mano de Devin Haney fue levantada por trigésima vez en 30 peleas, pero los aplausos habituales fueron reemplazados por abucheos de muchos de los 14,436 asistentes el sábado en la abarrotada MGM Grand Garden Arena.
Después de todo, Vasyl Lomachenko entregó las combinaciones más llamativas, sobre todo hacia el final de la pelea, dejando la impresión en los aficionados de que le había arrebatado el campeonato indiscutido de peso Ligero a Haney. Sin embargo, fue Haney (30-0, 15 KOs) quien mereció la victoria por la fuerza de su golpeo preciso al cuerpo y las manos derechas que dejaron enrojecido el lado izquierdo en el rostro de Lomachenko.
“La gente puede decir lo que quiera decir, los jueces tomaron una decisión unánime”, declaró Haney. “Todo lo que importa son los jueces. Cada juez estaba en la misma página”.
De hecho, Haney respondió el reto de Lomachenko en la pelea más dura de su carrera con puntuaciones de 115-113, 116-112 y 115-113. El boxeador de 24 años de edad lo hizo manteniendo a raya el embate final de Lomachenko para ganar el último round en las tres tarjetas, la diferencia entre una victoria y un empate.
Y cuando Lomachenko (17-3, 11 KOs) pudo cerrar la distancia al principio de la pelea, Haney estuvo allí para empujarlo con un excelente jab y una mano derecha clavada al cuerpo una y otra vez
El trabajo al cuerpo me hizo ganar la pelea, así que sabía que tenía que apostarle al cuerpo”, declaró Haney, peleador N° 10 en la clasificación libra por libra de ESPN. “Vimos muchos videos de Loma, no era el mayor aficionado de los golpes al cuerpo, así que nos mantuvimos con el plan, desgastándolo.
“Tuvo algunos buenos momentos durante el round, pero no estaba terminando fuerte el round porque le pegamos al cuerpo”.
Haney no mostró mucho interés en una revancha después de la pelea, indicando que demostró contra un futuro Salón de la Fama que es el mejor en las 135 libras. Haney dijo que podría pelear en las 140 libras y ver cómo se siente antes de tomar una decisión sobre sus cuatro títulos de las 135 libras, pero también podría dejar definitivamente el peso Ligero.
“Ningún corte peso en las 135 es fácil para mí, requiere mucha disciplina”, expresó Haney. “Soy muy grande para el peso. He estado en 135 desde que tenía 16 años”.
Haney, quien nunca ha firmado un contrato promocional a largo plazo, vuelve a ser agente libre, lo que le da la flexibilidad que anhela. Si desea permanecer con Top Rank, podría enfocarse en el ganador de la pelea del 10 de junio por el título Superligero entre Josh Taylor y Teofimo López Jr. Si no, una pelea contra Shakur Stevenson –quien confrontó a Haney en el ring y dijo que Lomachenko mereció la victoria sobre Haney— podría ser de enorme interés.
La mejor pelea disponible para Haney es Gervonta Davis, quien está con PBC. Haney, con su ex promotor Eddie Hearn podría también buscar peleas en las 140 libras con Regis Prograis y Jack Catterall, quienes están con Matchroom
Haney no debería tener que probarse a sí mismo en este punto. Pero los escépticos permanecen luego de la manera en la que lució Lomachenko a los 35 años –luego de una actuación decepcionante contra el desfavorecido Jamaine Ortiz– y sobre todo con el castigo de Lomachenko sobre Haney en la recta final con espectaculares ráfagas de golpes.
Incluso si Lomachenko no cumplió su sueño de convertirse en campeón indiscutido, demostró sin lugar a dudas que sigue siendo uno de los mejores peleadores del mundo. No está claro quién será su próximo rival, pero ya sea Stevenson, Davis o cualquier otro peso Ligero de primera línea, Lomachenko claramente amenazaría con ganar cualquiera de esos enfrentamientos.
Lomachenko casi vence a López con un desgarre en el manguito rotador, pero dijo antes de la pelea con Haney que estaba completamente sano. Un Lomachenko al 100 por ciento es peligroso para cualquiera. Top Rank promueve tanto a Stevenson como Lomachenko, por lo que ese es un enfrentamiento natural si ninguno enfrenta a Haney después.
Lomachenko, dos veces medallista de oro olímpico de Ucrania, se va como el favorito sentimental y con una nueva oportunidad en su carrera. Pero es Haney quien se va con los títulos luego de una victoria que sin duda merecía en su camino a mayores alturas.
“Una estrella se apaga y otra estrella se enciende”, dijo el padre y entrenador de Haney, Bill Haney. “Estoy feliz de decir que el rey del boxeo es Devin Haney. En palabras de Teddy atlas, quien le dijo a Timothy Bradley una vez, ‘Debes ser un bombero, tienes que cruzar el fuego’, y eso es lo que hizo Devin“