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En el mundo del tenis, el Masters 1000 de Cincinnati ha sido durante años una de las paradas más esperadas del calendario. Este torneo, celebrado en el vibrante estado de Ohio, es la última gran competición antes del Abierto de los Estados Unidos y atrae a las mejores raquetas del planeta. Sin embargo, a lo largo de su historia, un nombre ha brillado con mayor intensidad que los demás en Cincinnati: Roger Federer.
El Legado de Federer en Cincinnati
Roger Federer, considerado por muchos como el mejor tenista de todos los tiempos, ha dejado una marca indeleble en el Masters 1000 de Cincinnati. Desde su primera victoria en 2005 hasta su última en 2015, Federer acumuló un total de siete títulos en este evento, una hazaña que lo posiciona como el jugador más exitoso en la historia del torneo. Su dominio en Cincinnati es un testimonio de su longevidad y su consistencia a lo largo de su carrera.
El Ascenso a la Gloria: Los Primeros Títulos
Federer comenzó su reinado en Cincinnati en 2005, un año en el que ya mostraba señales de su inigualable talento. Tras una serie de presentaciones truncas en el torneo entre 2000 y 2004, el suizo finalmente encontró la fórmula ganadora. Su camino hacia el título incluyó victorias contra jugadores destacados como James Blake y José Acasuso, culminando en una final en la que derrotó a Andy Roddick, entonces número 5 del mundo. Esta primera victoria marcó el inicio de una serie de triunfos que definirían su legado en el torneo.
En 2007, Federer consolidó su estatus como una estrella global con su segundo título en Cincinnati. Esta vez, el suizo mostró su elegante y agresivo estilo de juego al derrotar en la final a Blake con un contundente 6-1, 6-4. Su victoria en 2007 destacó su capacidad para adaptarse y dominar en diferentes superficies y condiciones, un rasgo distintivo de su carrera.
El Período de Dominio: 2009-2012
Federer no permitió que su éxito en Cincinnati fuera efímero. En 2009, pocos meses después de su esperado triunfo en Roland Garros, el suizo regresó a Cincinnati con una determinación renovada. En esta edición, Federer eliminó a Andy Murray en las semifinales y a Novak Djokovic en la final, subrayando su habilidad para superar a los mejores jugadores del mundo en momentos cruciales. Su victoria en 2009 fue un claro indicador de su capacidad para mantener su nivel de excelencia a lo largo de los años.
El éxito de Federer en Cincinnati continuó en 2010 con una victoria sobre Mardy Fish en la final. Aunque no enfrentó a los rivales más destacados, la victoria de Federer fue un testimonio de su consistencia y habilidad para mantener su forma en el circuito.
En 2012, Federer logró su quinta victoria en Cincinnati, una hazaña notable que también le permitió hacer historia. Fue el primer tenista en ganar un Masters 1000 sin ceder sets ni sufrir quiebres en contra, un logro que destacó su dominio absoluto en el torneo y su capacidad para jugar a un nivel incomparable.
El Último Acto: 2014 y 2015
Federer no se detuvo allí. En 2014, el suizo derrotó a David Ferrer en la final, extendiendo su racha de éxito en Cincinnati. Sin embargo, fue en 2015 donde Federer dejó una última marca en el torneo. Venció a Djokovic por tercera vez en la final de Cincinnati, reafirmando su estatus como el rey indiscutido del cemento estadounidense.
El último año de Federer en Cincinnati fue 2019, cuando perdió en los 16avos de final ante el ruso Andrey Rublev. Aunque no logró un título en su última aparición, su legado en el torneo ya estaba firmemente establecido.
El Rey de Cincinnati
El dominio de Roger Federer en el Masters 1000 de Cincinnati es un testimonio de su excelencia y longevidad en el tenis. Con siete títulos a su nombre, Federer ha demostrado ser el mejor jugador en la historia del torneo. Su habilidad para adaptarse, su consistencia y su elegancia en la cancha han dejado una huella indeleble en el tenis y en el Masters 1000 de Cincinnati.
Mientras el torneo continúa y las nuevas generaciones de jugadores buscan alcanzar la grandeza, el legado de Federer en Cincinnati sigue siendo un estándar dorado, recordándonos la brillantez de uno de los más grandes tenistas de todos los tiempos.