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La era del Intuit Dome ha comenzado para Los Angeles Clippers, quienes finalmente dejaron de compartir escenario con los Lakers para tener su propio hogar en Inglewood. Sin embargo, lo que prometía ser una celebración inolvidable por su independencia se convirtió en una noche agridulce, ya que los Clippers cayeron 113-116 en un emocionante duelo ante los Phoenix Suns, que se decidió en tiempo extra.

En un partido que tuvo de todo, desde grandes actuaciones individuales hasta momentos de alta tensión, los Clippers dominaron buena parte del encuentro, pero no pudieron sellar la victoria en su nuevo pabellón. A pesar de la ventaja de hasta nueve puntos que tuvieron en los últimos minutos del tiempo reglamentario, el equipo de Phoenix, liderado por Kevin Durant y Bradley Beal, protagonizó una remontada épica para evitar que los Clippers celebraran su primera victoria en casa.

James Harden brilla, pero no es suficiente

James Harden fue el líder indiscutible del equipo local. La Barba terminó como máximo anotador con 29 puntos, 8 asistencias y 12 rebotes. No obstante, su actuación no estuvo exenta de altibajos, ya que tuvo una baja eficiencia en sus lanzamientos (10 de 28) y acumuló 8 pérdidas, errores que pesaron especialmente en el tiempo extra. En la prórroga, Harden no logró mantener el nivel y los Clippers, a pesar de estar en una buena posición para ganar, vieron cómo se les escapaba el triunfo.

Ivica Zubac y Norman Powell también contribuyeron con actuaciones destacadas, sumando 21 y 17 puntos respectivamente. Los Clippers lograron mantener una ventaja de dobles dígitos en el último cuarto, pero el equipo visitante no se dio por vencido, orquestando una impresionante remontada en los minutos finales del tiempo regular.

Durant y Beal, los héroes de la remontada

Kevin Durant no permitió que el estreno del Intuit Dome terminara con una victoria para los Clippers. El alero de los Suns fue determinante en el último cuarto, anotando 12 de sus 25 puntos, incluyendo la canasta que empató el juego a 103 y forzó la prórroga. Su tiro, ejecutado con dos defensores encima, fue un ejemplo de la clase de jugador que es Durant, siempre dispuesto a asumir la responsabilidad en los momentos cruciales.

Bradley Beal, por su parte, fue el encargado de rematar la faena en el tiempo extra. Después de desaparecer en el último cuarto, el escolta volvió a ser decisivo en la prórroga, anotando 7 puntos, la mayoría desde la línea de tiros libres, lo que permitió a los Suns tomar la delantera definitiva. Beal finalizó con 23 puntos, siendo el segundo máximo anotador de su equipo.

Desenlace dramático

Los Clippers tuvieron la oportunidad de forzar una segunda prórroga cuando Harden se dirigió a la línea de tiros libres con el marcador 113-114 en favor de Phoenix. Sin embargo, falló el lanzamiento que habría igualado el encuentro, dejando a los Suns en ventaja. Jusuf Nurkic no falló sus propios tiros libres en los segundos finales, sellando la derrota para los locales. En su última posesión, los Clippers intentaron desesperadamente anotar un triple, pero ni siquiera lograron lanzar, cerrando una noche de emociones encontradas en su flamante pabellón.

Un futuro prometedor

A pesar de la derrota, el estreno del Intuit Dome simboliza un nuevo comienzo para los Clippers, quienes esperan consolidarse como una potencia en la NBA con su propio hogar. Aunque el resultado no fue el deseado, el equipo mostró destellos de su potencial y la temporada apenas comienza. Harden, Zubac y Powell tendrán la tarea de liderar al equipo hacia victorias futuras, con la esperanza de convertir su nuevo pabellón en una fortaleza impenetrable.

El legado de los Clippers en Inglewood apenas comienza, y aunque la primera victoria se hizo esperar, queda claro que este nuevo capítulo para la franquicia está lleno de expectativas y promesas.