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Es el vivo ejemplo de lo criollo y al mirarla, en esos ojos claros que encantan a más de uno, en esos ojos se reflejan el espíritu que emerge de esa fusión única entre lo europeo, lo africano y lo más autóctono de nuestro continente.

Es bella de todas las maneras posibles en las que puede serlo y quizás pensó o pudo ser modelo o actriz o cantante, incluso todo esto y más pero no, prefirió el baloncesto, desde pequeña quedó prendida de la magia que emana de los tabloncillos y así parece haberse quedado para siempre.

La estampa

La conocen en Lawrence, allá en la mítica Massachussets, nació allí, soñó y creció en ese rincón apartado de Nueva Inglaterra, pero su identidad trasciende fronteras y entre la idílica San Juan y la legendaria Quisqueya, Elemy Colomé ha buscado su razón de ser, aunque al final, como todos sabemos, el calado de sus raíces dominicanas ha acabado marcando la diferencia.

Amó el béisbol y también el sóftbol, pero su vida daría un giro total justo en el instante que, en una calle cualquiera de Lawrence, Elemy conoció por primera vez el baloncesto en estado puro.

El camino hacia el éxito

Fue así y a los 11 años no podía salir de las duelas, se había apasionado por completo y si algo faltaba era una beca en una escuela privada para desarrollar sus habilidades en el baloncesto.

No se detuvo, potenció su técnica, mejoró su físico, cimentó esa destreza que la ha distinguido en la WNCAA con Syracuse y de igual modo con la selección nacional dominicana.

El impacto

Colomé ha sido una habitual en los planteles criollos que han intervenido en el plano internacional durante los últimos dos años, dígase Centrobasket y AmeriCup en 2021 y de igual modo repitió con la escuadra criolla a el último Centrobasket a finales de 2022.

De cara a julio, cuando en suelo mexicano se corran las cortinas de la nueva edición de la AmeriCup, buena parte de la fanaticada y de los entendidos en materia de baloncesto se centraran en Yohanna Morton y Esmery Martínez como las grandes referentes del combinado nacional; será así, sin embargo,  de modo callado, con esa sonrisa que muestra en todo momento, Elemy Colomé dirá presente.