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Zion Williamson, considerado una de las mayores promesas de la NBA, vuelve a enfrentar un capítulo sombrío en su carrera, marcado por una nueva lesión. Seleccionado como la primera elección del draft de 2019, su trayectoria ha sido constantemente interrumpida por problemas físicos que han limitado su tiempo en la cancha y han puesto en duda su capacidad para competir a largo plazo al más alto nivel. Esta vez, una distensión en el tendón de la corva amenaza con alargar su ausencia más allá de lo previsto, lo que pone en jaque las esperanzas de los New Orleans Pelicans para la temporada 2024-25.

Un inicio prometedor que se desmoronó rápidamente

Antes del inicio de la presente campaña, los Pelicans anunciaron con optimismo que Zion llegaba en la mejor forma física de su carrera, listo para demostrar su potencial de manera consistente. Sin embargo, ese entusiasmo duró apenas seis partidos. Según reportes de Shams Charania de The Athletic, la recuperación del jugador no está avanzando como se esperaba, y su retorno podría retrasarse hasta mediados de diciembre o incluso más.

Williamson ha estado recibiendo tratamientos intensivos en las últimas semanas, pero los resultados han sido desalentadores. Este problema se suma a una preocupante tendencia de lesiones recurrentes en la misma zona, que ha limitado su disponibilidad desde que debutó en la liga. Hasta la fecha, Zion se ha perdido 211 de los 401 partidos posibles en temporada regular, es decir, más de la mitad de los encuentros de su equipo.

Un calvario para los Pelicans

La ausencia prolongada de Zion no es la única mala noticia para los Pelicans. El equipo también ha perdido a Dejounte Murray por una fractura en la mano sufrida en el primer juego de la temporada, mientras que jugadores clave como C.J. McCollum, Herb Jones y Trey Murphy III han lidiado con problemas físicos menores que los han mantenido fuera en momentos cruciales. Estos contratiempos han resultado en un desastroso balance de 4-12, con 10 derrotas en los últimos 11 encuentros. Para noviembre, las esperanzas de playoffs ya parecen esfumarse.

¿Un futuro en duda para Zion?

A pesar de las dificultades, los Pelicans han mantenido su apuesta por Zion, respaldándolo con una extensión máxima en julio de 2022. Sin embargo, las constantes lesiones han llevado a especulaciones sobre un posible traspaso. La franquicia de Luisiana sigue confiando en que su joven estrella podrá superar estos problemas y convertirse en el jugador dominante que prometía ser al salir de Duke.

El impacto de Zion cuando está sano es innegable, pero su incapacidad para mantenerse en cancha de forma constante plantea interrogantes sobre su sostenibilidad como pieza central de un proyecto competitivo en la NBA.

El camino por delante

Mientras el equipo espera el regreso de Zion, los Pelicans enfrentan el desafío de salvar una temporada que parece escaparse entre las manos. Sin su principal figura y con múltiples bajas, la organización debe buscar soluciones inmediatas para evitar caer al fondo de la Conferencia Oeste.

El caso de Zion Williamson es un recordatorio de cómo el talento extraordinario puede verse truncado por la fragilidad física, un contraste que deja en suspenso lo que podría haber sido una carrera llena de éxitos.