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Aaron Judge y Shohei Ohtani no solo conquistaron el premio de Jugador Más Valioso (MVP) de la MLB en 2024. Lo hicieron con un voto unánime que refleja no solo sus impresionantes estadísticas individuales, sino también la forma en que ambos han trascendido el juego, consolidándose como referentes históricos en una liga que sigue buscando nuevas cumbres de excelencia.
La decisión de los cronistas de la BBWAA (Asociación de Escritores de Béisbol de América) es una declaración contundente: estamos ante una era donde estos dos gigantes del diamante están redefiniendo cómo se mide el éxito y la influencia en el béisbol. Desde sus cifras inalcanzables hasta su impacto cultural, Judge y Ohtani están marcando un antes y un después.
Aaron Judge: El Juez supremo en el Bronx
Aaron Judge, apodado “El Juez”, no es ajeno a la grandeza. Este es su segundo galardón como MVP, luego de haberlo obtenido en 2022, cuando igualó el récord de cuadrangulares en una temporada de Roger Maris con 61 jonrones en la Liga Americana. Pero este 2024, Judge no solo lideró a los Yankees con una temporada histórica, sino que los impulsó a su primera Serie Mundial desde 2009.
Judge cerró el año con una línea ofensiva imponente: .322/.458/.701, 58 cuadrangulares, y 144 carreras impulsadas en 158 encuentros. Su slugging de .701 lo posiciona como el primero en alcanzar esa marca desde el legendario Barry Bonds en 2004. Esas cifras no solo lo colocan entre los mejores de la liga, sino también entre los más memorables de todos los tiempos.
Lo que más destaca en el caso de Judge no son solo sus estadísticas, sino su liderazgo y capacidad de brillar en momentos cruciales. En un equipo históricamente exigente como los Yankees, Judge demostró ser el faro que guía en la adversidad. Esta temporada, más que nunca, solidificó su posición como el rostro de la franquicia.
Shohei Ohtani: Una dualidad que asombra y domina
Mientras Judge representa la consistencia y el poder tradicional, Shohei Ohtani simboliza lo extraordinario. Por tercera vez en su carrera, Ohtani se alzó con el MVP, esta vez en la Liga Nacional, tras su transición a los Dodgers. En el viejo circuito, el fenómeno japonés continuó desafiando las normas del béisbol convencional.
Su línea ofensiva de .310/.390/.646, junto a sus 54 cuadrangulares y 130 carreras empujadas, fue tan solo parte de su impacto. Además, anotó 134 carreras y conectó 38 dobles, llevando a su equipo a un nivel competitivo excepcional. Si bien esta temporada se centró exclusivamente en su rol como bateador tras una lesión que afectó su desempeño como lanzador, Ohtani dejó claro que sigue siendo una fuerza imparable en ambas facetas del juego.
Ohtani no solo es el primer bateador designado en ganar el MVP jugando más de la mitad de sus partidos en esa posición, sino que su presencia redefine cómo las franquicias planifican alrededor de un jugador único en su especie. La MLB no ha visto a nadie como él en su historia, y posiblemente no lo verá en mucho tiempo.
Impacto cultural y legado: Más allá de las estadísticas
Tanto Judge como Ohtani representan algo más que habilidades sobrehumanas en el terreno de juego. Son embajadores de una nueva generación de jugadores que fusionan destreza atlética con carisma, ética de trabajo y, en el caso de Ohtani, la capacidad de conectar culturas y expandir el alcance global del béisbol.
En Japón, Ohtani es más que un jugador; es un símbolo nacional, un motivo de orgullo que une a fanáticos de todos los rincones del país. Mientras tanto, Judge encarna la tradición y el peso de liderar a los Yankees, el equipo más emblemático de las Grandes Ligas. Ambos jugadores han trascendido sus respectivos roles para convertirse en íconos globales, llevando el béisbol a audiencias que antes podrían no haber prestado atención.
¿El mejor béisbol está por venir?
Los premios unánimes a Judge y Ohtani no solo coronan temporadas individuales sobresalientes; también generan expectativas para el futuro. Con Judge consolidado como el rostro de los Yankees y Ohtani liderando en los Dodgers, el béisbol parece estar en buenas manos.
Ambos jugadores no solo son ejemplos de excelencia deportiva, sino también de cómo el juego evoluciona con el tiempo. En un deporte que celebra tanto la historia como la innovación, Judge y Ohtani se perfilan como figuras clave en la narrativa de la MLB moderna.
Los MVP de 2024 no son solo trofeos en vitrinas; son testimonios de la grandeza en su forma más pura. Aaron Judge y Shohei Ohtani son pruebas vivientes de que el béisbol puede ser tan mágico como competitivo, tan histórico como innovador. Mientras seguimos disfrutando de sus hazañas, solo queda imaginar qué nuevas barreras derribarán en el futuro.