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Quizás faltó la oportunidad, una buena, de esas que te permiten probar tu potencial y ponerte a prueba, las mismas que suben las pulsaciones a más de 100, quizás faltaron esas y en seis años, desde aquella firma en 2016, Lisandro Santos ha vivido de todo en el béisbol, pero es real que no tuvo buenas oportunidades en su momento.

Santos tiene 24 y a los 18, en un verano que pudo ser un verano cualquiera, pero no, en ese verano, hace seis años ya, amparado en el impacto de su bola rápida, el dominicano firmó con los Bravos de Atlanta, para comenzar de este modo su andar por el siempre enrevesado camino de Las Mayores.

El principio

Como lo lee, una recta constante sobre las 98 millas, pero que fácilmente alcanza las 100, esa recta fue el pasaporte del caribeño para viajar desde su natal Santiago, allá en la bella Quisqueya, hasta Georgia, en el sur profundo de los Estados Unidos.

Cuenta MLB, que por aquel entonces, Santos era visto como un zurdo con excelentes condiciones y en los Bravos debía tener oportunidades para desarrollarse en un lapso no muy distante desde el momento mismo de su firma, saltar al primer equipo y pisar la grama de un terreno en Grandes Ligas.

Debió ser y no fue

Tal como sucede muchas veces, debió ser, pero no, la oportunidad nunca llegó, llegaron los buenos resultados para la franquicia, pero el antillano no recibía la llamada, siempre quedaba a la espera e hizo de todo, pasó de abridor a relevista, incluso a cerrador, pero nada de nada, entre la cautela excesiva y tal vez algo de mala suerte, Santos jamás pudo probarse al primer nivel.

Baseball Reference nos muestra que de por vida en Ligas Menores, Lisandro Santos registra marca de 15-15 con una efectividad de 3,38, así como 304 ponches en 256 entradas de labor.

Y la oportunidad llegó

En este contexto con el dominicano en la agencia libre, después de terminada la reciente temporada beisbolera, en este contexto trascendió que los Yankees de Nueva York habían firmado a Lisandro Santos con un contrato de Ligas Menores y una invitación a los Entrenamientos de Primavera.

Según el informe emitido por los Mulos y reproducido por diversos medios como MLB.com y The New York Post, Santos estaría siendo asignado a la filial triple A de la franquicia, Scranton/ Wilkes- Barre.

Santos no había tenido la oportunidad, pero con su llegada al Bronx, su realidad cambia por completo en el que tal vez sea el momento más importante de su carrera, pues el simple hecho de estar en los Yankees, de vestir o de pensar en vestir el uniforme a rayas del equipo insignia del béisbol, el solo hecho de pensar en esto, hace que todo el tiempo trascurrido haya valido la pena.

No había tenido la oportunidad, pero está de ahora, ni pintada hubiese calado en las perspectivas del propio jugador y de los entendidos, esos que ven en Santos y en sus 24 años de edad, argumentos más que suficientes para pensar en positivo.

Expectativas y más

Se trata de un lanzador en extremo talentoso, que, de refrendar sus condiciones, podría ser un refuerzo interesante para el bullpen del equipo grande en algún momento de la campaña de 2023.

Con su llegada a los Yankees, Lisandro Santos se une a la pléyade de jugadores dominicanos que integran hombres como Luis Severino, Domingo Germán, Luis Gil, Deivy García y Estevan Florial, entre otros.