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El Juego de Estrellas de la MLB 2024 será recordado por muchas hazañas, pero una de las más impresionantes fue la actuación del joven cerrador de los Atléticos de Oakland, Mason Miller. En su debut en este prestigioso evento, Miller no solo dominó a los bateadores que enfrentó, sino que también dejó su marca en los libros de récords al lanzar la bola rápida más veloz en la historia del Juego de Estrellas, alcanzando las 103.6 mph.

Miller, de 25 años, llegó al montículo con la confianza de un veterano y la energía de un novato ansioso por demostrar su valía. Desde el primer lanzamiento, fue evidente que los bateadores de la Liga Nacional tendrían dificultades para enfrentarlo. En una entrada perfecta, retiró a tres bateadores consecutivos, dos de ellos por la vía del ponche, mostrando un control y velocidad excepcionales.

El primer enfrentamiento fue contra Ketel Marte, un jugador conocido por su capacidad para embasarse y conectar hits clave. Miller lo forzó a elevar un lanzamiento al outfield, logrando el primer out de la entrada. Pero el verdadero espectáculo comenzó con los siguientes bateadores.

El público en el Globe Life Field contuvo la respiración cuando Shohei Ohtani, uno de los jugadores más carismáticos y talentosos de la MLB, se acercó al plato. En un duelo que muchos esperaban, Miller no se dejó intimidar y lanzó una serie de rectas que dejaron a Ohtani sin respuesta. Aunque Ohtani logró conectar la bola, fue un roletazo directo a la segunda base que se convirtió en out.

El momento culminante llegó cuando Trea Turner, conocido por su velocidad y habilidad para embasarse, se paró en la caja de bateo. Miller lanzó una bola rápida que el radar registró a 103.6 mph, la más rápida jamás vista en un Juego de Estrellas. Turner, sorprendido por la velocidad, fue ponchado sin mucha dificultad. Esta hazaña no solo consolidó la entrada perfecta de Miller, sino que también inscribió su nombre en la historia del béisbol.

En total, Miller alcanzó los tres dígitos en ocho de los 12 lanzamientos que realizó durante su entrada, una muestra de su consistencia y potencia. Su actuación fue eléctrica y dejó una impresión duradera en los fanáticos y jugadores por igual.

Antes del Juego de Estrellas, Miller ya había demostrado ser una pieza clave en el bullpen de los Atléticos. Llegó al evento con un récord de 1-1, una efectividad de 2.27, un WHIP de 0.86 y 70 ponches en 39 2/3 entradas. Además, había logrado 15 salvamentos en 17 oportunidades, consolidándose como uno de los cerradores más confiables de la liga.

La actuación de Miller en el Juego de Estrellas no solo es un testimonio de su talento y trabajo duro, sino también un presagio de lo que está por venir. Los Atléticos de Oakland pueden estar seguros de que tienen en Miller a un cerrador capaz de enfrentar y dominar a los mejores bateadores del mundo en los momentos más críticos.

Mientras los aficionados celebraban y los comentaristas elogiaban su actuación, Miller se mantuvo humilde, agradeciendo la oportunidad de representar a su equipo y demostrando una vez más que el trabajo duro y la dedicación pueden llevar a grandes logros.

La histórica actuación de Mason Miller en el Juego de Estrellas de 2024 es un recordatorio del emocionante futuro que tiene por delante. Con su velocidad impresionante y control excepcional, Miller no solo hizo historia, sino que también dejó claro que será una fuerza a tener en cuenta en los años venideros. Los fanáticos del béisbol de todo el mundo estarán atentos a sus futuras actuaciones, esperando más momentos electrizantes de este talentoso cerrador.

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