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Para nadie es nueva la información de que los Atléticos de Oakland están mal deportivamente. Desde hace muchos años este es un equipo que viene lidiando con situaciones penosas desde el punto de vista de los resultados y esto parece estar lejos de cambiar ahora mismo. Con récord de 10 victorias y 44 derrotas se dirigen a firmar una campaña histórica negativamente hablando y el futuro luce muy pero que muy oscuro para ellos.

Por esa razón, los dueños de la divisa creen que quizás un cambio de aires les vendría bien. Nadie sabe cómo o por qué, sin embargo, ellos están convencidos de que todo lo que necesitan es mudarse y las cosas comenzarán a cambiar. De hecho, ya tienen apuntada la ciudad de Las Vegas como su nuevo hogar, quizás para el año 2024 o 2025 luego de que se les venza el arrendamiento actual que poseen en el estado de California.

Incluso, se dice que sabe que ya compraron un terreno para comenzar la construcción de su nuevo estadio y encima, que destinarán algo así como mil millones de dólares para lograr hacerlo realidad. Se rumorea también que estaría listo para el 2027. La idea principal es seguir los pasos de los Raiders, club de la NFL (fútbol americano) que también se marchó de Oakland a Las Vegas.

Ahora, esto está en vías de suceder, aunque nadie se ha parado a pensar si es favorable o no. Eso sí, no hay quien falte diciendo que es una verdadera locura y que será un fracaso monumental, ¿Por qué? Bueno, te damos algunas razones:

En primer lugar, los A’s pasarían de ser parte del sexto mercado más importante del país a enmarcarse dentro del número 40. ¿Quién en su sano juicio pensaría que para una novena como la de los Atléticos esto es beneficioso? Sólo su dueño, John Fisher, lo cree así.

Por otro lado, es curioso que se hable de un estadio con más de 30 mil asientos cuando el club está promediando un poco más de 8 mil por juego actualmente. Definitivamente, el problema no es los adeptos que puedan obtener, sino la falta de competitividad de la franquicia, algo que los acompañará a donde quiera que vayan.

Asimismo, irse a Las Vegas donde el mercado de los deportes colectivos no es rentable, es un suicidio. Existen ciudades que son más atractivas desde lo estadístico como, por ejemplo: Charlotte, Salt Lake City, Portland, Nashville y San Antonio. Todas interesadas en albergar un club de MLB, pero por alguna extraña razón ninguna tomada en cuenta por el dueño de los Athletics.

Lo peor de todo es que el comisionado Rob Manfred está de acuerdo con el cambio, no dando razones lógicas por las cuales este sería atractivo o provechoso para el organismo que él dirige. Lo que está mal en Oakland es el paupérrimo nivel de su plantel. No hay misterios y aun así, insisten en encontrarlos.