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El viejo McKinney dirían muchos, así, como un personaje de McCullers o Faulkner o el propio John Steinbeck y es que con 20 o 25 años, la gente de Texas tiene ese aire como de haber vivido muchísimo tiempo.

Es algo que sabemos por los libros; literatura, historia, por una mera cuestión de cultura general, diría y al mirar el semblante de Billy McKinney se puede palpar este sello bien peculiar del que hablamos.

La historia

Tiene 28 años y nació allá en Texas y en 2013 con apenas 18 irrumpió en el circuito beisbolero vistiendo la franela de los distintos filiales de Ligas Menores, pertenecientes a los Atléticos de Oakland.

Estuvo allí ese año y parte del otro y después se fue a Chicago y en con el elenco del Wrigley Field pudo afianzar su carrera y dar el salto a Las Mayores y por momentos dio esa idea, luego de que bateara 300 en 106 partidos disputados en 2015, llegando hasta doble A.

De a poco aquella estela que nos contaban los reportes fue tomando forma y McKinney emergió como un jardinero de buenas condiciones, con tacto y algo de poder, además de un guante aceptable.

Primera temporada en Nueva York

Estaba tocando a las puertas de Grandes Ligas cuando fue cambiado a los Yankees de Nueva York a mediados de 2016 y en 2017, ya en las granjas de la franquicia insignia del béisbol, en 124 cotejos, el texano recortó para 277/338/483, con 16 jonrones y 64 carreras impulsadas.

Debutó en la Gran Carpa en 2018 y en 2 partidos con los Mulos apenas sumó 4 turnos, ya que acabaría siendo cambiado a los Azulejos de Toronto.

McKinney, el peregrino

Desde ese entonces, entre ascensos a Grandes Ligas y sonados regresos a Ligas Menores, sopesando picos altos de rendimientos, con rachas de excelsa mediocridad; desde ese entonces, McKinney ha transitado por Toronto, Dodgers, Milwaukee, Mets y otra vez con los Atléticos de Oakland.

El 1 de enero de 2023, fanáticos y especialistas amanecían con la noticia de que los Yankees le ofrecían un acuerdo de Ligas Menores a McKinney y al instante, tras ese giro inesperado en los acontecimientos, todos quedamos impresionados.

El regreso

Para ese entonces se hablaba de un hombre que en sus últimos 23 encuentros en Las Mayores apenas promedió para 096 y tal como narró por aquellos días Sport Ilustrated, en su trayecto por MLB, solo bateaba para 192 con 9 jonrones y 27 impulsadas.

Los Bombarderos decidieron apostar, pensando quizás en que todavía al jugador le quedaba por dar en los diamantes y creyendo que un jugador de su nivel sería una opción interesante para tener en cuenta, con más veras mirando sus números de por vida en triple A, una average de 271 durante 992 apariciones.

Todos hablan de McKinney

Han pasados los meses y al instante de escribir este texto, mientras los Yankees intentan mantener la racha positiva que los ha llevado a mejorar su posición el Este de la Liga Americana, mientras esto pasa, en Ligas Menores, McKinney va demostrando que la confianza depositada valió la pena.

En el regreso a la que un día fue su casa, contando 29 juegos con Scranton/ Wilkes- Barre, el toletero zurdo va dejando una línea de 253/345/444, con 4 dobles, 5 cuadrangulares y 12 carreras impulsadas.

Se ha visto consistente, haciendo buenos contactos y respondiendo con oportunidad y muchos han dejado entrever la probabilidad de que el mánager Aaron Boone pueda necesitar de sus servicios en el equipo grande.

El viejo McKinney volvió a Nueva York y ahí está, esperando otra vez el momento… ¿será?