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Fueron dos años pletóricos, temporadas que en su momento parecían sentar las bases de un auténtico legado en Grandes Ligas. Han pasado solo cinco años desde aquel entonces, pero en perspectiva la idea que aflora da la impresión de que ha transcurrido mucho más.
Había debutado en 2015 con solo 21 años y su récord de 5-3 con efectividad de 2,89 en 11 juegos lanzados, hacía suponer que sí, que lo mejor estaba por llegar.
En el comienzo…
Dos años después, simplemente explotó con todo su arsenal y no paró hasta quedar tercero en la votación para el Cy Young, luego de registrar marca de 14-6, con un promedio de limpias de 2,98 y 230 ponches en 193,1 marcos.
Eran los primeros compases de la carrera del dominicano Luis Severino en Grandes Ligas y al instante muchos lo empezaron a comparar con los mejores, que si Pedro, que si Marichal, que si este o aquel y meses después, durante la nueva campaña en 2018, quedó a las puertas de las 20 victorias, volvió a ponchar a más de 200 rivales y finalizó noveno tras el cómputo final de papeletas para elegir al Cy Young.
Fue el comienzo del transito hacia la grandeza, todo apuntaba para ello; fue el comienzo y también como una especie de epílogo el final…
La caída
Se desplomó, se cansó, lo quemaron, especularon, dijeron, lo siguen haciendo y lo cierto es que, desde finales de aquel mismo año, Severino no ha vuelto a ser el mismo, lo firmaron por 4 años y 40 millones en 2019, pero entre lesiones y ciertas intermitencias en el rendimiento, a quedado a deber, al menos en cuanto al hecho de cumplir con las expectativas para un lanzador de su categoría allí en el Bronx.
En este sentido han aflorado las críticas, los reproches, los más insulsos cuestionamientos, que, si está quebrado, que ya no es el mismo, que a duras penas camina siete entradas u ocho y en 2022, tras concretarse su regreso a los diamantes, en 19 encuentros, el criollo dejó buenas sensaciones, hablamos de un récord de 7-3, con una efectividad de 3,18 y 112 chocolates en 3,18 marcos.
Lo renovaron por otra temporada a finales de noviembre último y de cara al 2023 con el aumenta de las expectativas y el renacer de la esperanza, aumentaron de igual modo las presiones y las exigencias, tanto de los fanáticos como de renombradas figuras del entorno de Yankees, como el mismo C.C Sabathia, tal como lo reseñaron hace unos meses en el New York Times y MLB.com.
El nuevo reto
Hablaron de 30 aperturas, de más de 10 victorias, de ser un seguro en postemporada y cuando otra vez una lesión dejó afuera al antillano rumbo al Juego Inaugural…todos estos lastres se exacerbaron.
Severino regresó, fue el pasado 21 de mayo y en 4,2 innings frente a los Rojos de Cincinnati estuvo bien, permitió cuatro hits, una carrera limpia y dio cinco ponches y se fue sin decisión, pero luciendo a buen nivel.
Hace par de jornadas contra San Diego, disertó encima de la lomita y 6,2 capítulos volvió a ponchar a 5, con solo un hit, mostrando una mejor versión que aquella que vimos en el Great American Ball Park.
La gran disyuntiva
No ha podido ganar, pero ha estado a la altura del reto y es la perspectiva que ahora mismo ronda en el ambiente.
El caribeño ha vuelto luego de aquel revuelo mediático cuando criticó a Aaron Boone por la mala gestión de su rehabilitación, llegando a decir incluso que no contaban con él para nada y sembrando la duda sobre su posible continuidad en el equipo.
Esa idea sigue estando, se comenta sobre una posible negociación y para nadie es un secreto que, si bien Severino puede tener un buen año, de los Yankees volver a fracasar esta temporada, podría ser el primero en recoger las maletas y decir adiós… ¿usted qué cree?
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