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Fue Novato del  Año y noveno en la votación para el MVP y después de esa campaña de 2017, Cody Bellinger acaparó la atención de fanáticos y especialistas. Una estética única en su swing, le impregnaba un sello particular a su proyección en el diamante y daba gusto verlo tanto en el home plate, como haciendo gala de su maestría defensiva en los jardines.

Con apenas 21 años, Bellinger descollaba como la joya de la corona de los Dodgers; refiere Baseball- Reference que hace seis temporadas, cuando su debut, el espigado patrullero central compilaba una hoja de corte de 267/352/581, con 27 dobles, 39 jonrones y 97 carreras impulsadas.

Aquel Cody Bellinger que conocíamos 

Todos hablaban de Bellinger, era imposible no hacerlo; Los Ángeles Times, Sport Ilustrated, Bleacher Report y dos años después el jugador  cumplía sobradamente con las expectativas cifradas en su figura, al quedar como MVP de la Liga Nacional.

Sus números lo decían todo, un average de 305, con 47 jonrones y 115 carreras remolcadas y la perspectiva de la mayoría coincidía en el punto de que Bellinger sería el hombre, la cara del béisbol en la década que comenzaría en 2020.

La metamorfosis 

Pero no, si bien los Dodgers ganaron la tan ansiada corona en la Serie Mundial 32 años después de aquel título épico en 1988, como una especie de alter ego del célebre personaje de Robert Luis Stevenson, el Doctor Jekyll; Cody Bellinger se transformó en Hyde, la metamorfosis fue total lució decente en esa zafra, registró un promedio de 239, con 12 jonrones y 30 carreras impulsadas, tal vez como la antesala de la debacle que vendría después.

Si 2021 fue un año decepcionante y en ese escueto average de 165 se puede definir muy bien la impresión que dejaba Bellinger en el terreno; desajustado, inseguro, hasta mediocre diría, pues lucía muy mal, había cambiado su mecánica, quedaba más parado en el cajón de bateo, pero la supuesta mejoría  que debía venir jamás se dio, bueno quizás para mal.

Dave Roberts tuvo paciencia y la organización decidió darle un voto de confianza a quien años antes había sido su estrella, pero a pesar de un buen comienzos en abril y mayo, ya con la temporada de 2022 en curso, el guion al final acabó siendo el mismo.

La despedida

Bellinger pegaba 27 jonrones e impulsaba 68 carreras pero la impresión aquella de la que comentamos seguía estando allí, en cada turno, en cada gesto, hasta en la risa cortada de Cody.

La noticia de su llegada a los Cachorros de Chicago no sorprendió del todo, puede que la manera en la que fue cortado dejara sensaciones encontradas, pero era casi un hecho que saldría de los Dodgers y salió.

Fue firmado por un año y 17,5 millones, tal como lo contó en su momento MLB.com, ya no era aquel jugador de 21 años del 2017, el tiempo había transcurrido, quedaba algo de mística y quizás a eso se aferró la franquicia del norte de Chicago para insertarlo en sus filas.

Empezar otra vez

Se dice que ha recuperado la confianza, él mismo ha aseverado que tiene deseos de demostrar, siente que puede retomar algo siquiera de aquella madera de MVP y los Cachorros quieren creer, han apostado por Bellinger como una pieza importante dentro del proyecto futuro que busca emular aquellos años, allá por 2016, cuando ganaron la Serie Mundial.

Cody Bellinger necesita tener un gran 2023, legar una actuación que le permita pasar la página y darle un segundo aire a su carrera y puede que con los Cachorros alcance este propósito, aunque las dudas sobre verdadera condición siguen estando.

¿ Renacerá Cody Bellinger?