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La mecánica funcionó a la perfección, fue un golpe seco, el movimiento de caderas en el momento preciso para pegarle adelante a la bola y con el poder de sus muñecas mandarla a lo profundo de los jardines, casi de aire contra las cercas.
Fue en marzo último, durante los Entrenamientos de Primavera de 2022 y en ese entonces, contaron el New York Post y MLB.com que aquella conexión había salido a 115 millas por hora. Ese día, los Yankees derrotaron a los Filis 5-2, pero tras el out 27, la gente seguía hablando de aquel batazo bestial del venezolano Andrés Chaparro.
Antes
La fama le precedía, desde su firma en 2016 con los Mulos, cuando apenas contaba con 17 años, se comentaba de un fornido tercera base que le pegaba como pocos, hasta con Giancarlo Stanton lo compararon y de hecho, lo siguen haciendo y aquel 21 de marzo, durante el partido que mencionamos al principio, Chaparro demostró que era real lo que se decía.
Hubo dudas, luego de su irrupción en la Liga Dominicana de Verano en aquel mismo año de su elección, el criollo quedó un poco por debajo de las expectativas, legando una hoja de corte de 238/329/341, con 9 dobles, 5 triples y 26 carreras impulsadas.
La organización fue paciente, había motivos para ellos, Chaparro tenía las condiciones para imponerse, su swing lo salvaba, su swing y un físico envidiable, hablamos de más de 6 pies de estatura y casi 100 kilos de peso.
Entre 2017 y 2019, debió luchar para ajustar su ritmo a las exigencias de MLB, sopesando una alta tasa de ponches y algunas falencias en la mecánica.
El tiempo puso las cosas en su lugar
La espera valió la pena y en 2021, tal como refleja Baseball Reference, pudimos ver la eclosión de aquel jugador del que tanto se había dicho, cuando en 101 partidos, sumando clase A baja y clase A alta, promedió para 267 de average, pegando 15 jonrones y remolcando a 73 compañeros.
Su desempeño conllevó a que fuera invitado a los campos de entrenamientos de los Yankees y allí, Andrés Chaparro mostró parte de su potencial, con aquel largo doblete como prueba fehaciente de su excelsa condición.
Como era de esperar su proyección siguió en ascenso y en 2022, luego de disputar 7 encuentros en clase A, el caribeño fue promovido a doble A con los Somerset Patriots.
Tronó el madero
Se desbordó a la ofensiva y en 71 juegos, Chaparro bateó 296 con 17 dobles, 20 jonrones y 55 carreras impulsadas, ostentado un OPS de 962.
Ya tiene 23 años y si bien, la mayoría de fanáticos y especialistas, incluso Aaron Boone y el mismo Brian Cashman han dejado entrever que los candidatos para asumir como antesalistas en el equipo grande son Josh Donaldson, Oswaldo Cabrera y DJ LeMahieu, no hay dudas que al talentoso prospecto hay que tenerlo en cuenta y otra vez en esta primavera, pudierámos verlo en acción.
En este punto, de igual modo se ha llegado a llegado a decir que será el tercera base del futuro, quizás el elegido de cara a 2024 0 2025; tiene el nivel para ello, esperemos a ver.
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