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Los Gigantes de San Francisco prometían muchísimo para la temporada 2023 de las Grandes Ligas, eso sí, cuando apenas mostraban interés en distintos peloteros de primera categoría. Ahora, no lucen muy aventajados que se diga, sobre todo después de haber fracasado rotundamente en todos y cada uno de los intentos que hicieron por capturar a varios pesos pesados de la agencia libre. Al final, acabaron con las manos vacías y con un roster bueno, pero muy lejos de ser lo que en un principio se esperaba que fuera.
Cuando uno se pone a mirar los nombres que tanteó dentro del mercado la gerencia del cuadro de la bahía y el espacio que había en su chequera para comprar a diestra y siniestra, le cuesta entender cómo es que los Giants se encuentran en este punto, comprando jugadores promedio y que claramente están un peldaño por debajo de los que en principio aspiró a tener.
Un claro ejemplo de esto es la adquisición que han llevado a cabo hoy. Se trata de Michael Conforto, antiguo jardinero de los Mets de Nueva York que fue All-Star en el 2017 y lleva 7 campañas en Las Mayores. El nacido en Seattle, Washington, llega a la novena de la División Oeste de la Liga Nacional tras acordar un pacto por la suma de 36 millones de dólares a cambio de 2 años de sus servicios. Dicho acuerdo incluye una opción de exclusión por parte del toletero luego de la primera zafra, solo si alcanza en esta las 350 apariciones en el plato.
Según Alex Pavlovic de NBC Sports, el trato está pendiente de una revisión médica, pero todo indica que se oficializará en las próximas horas. Lo curioso de todo esto es que antes de Conforto, el jardinero que San Francisco tenía en mente era Cody Bellinger, quien acabó yéndose a los Cachorros de Chicago. Quién lo diría, de querer a un antiguo Novato del Año y MVP a tener a un pelotero promedio.