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Para nadie es un secreto que Marcell Ozuna ha pasado del cielo al infierno en los últimos tiempos. De no poder ser campeón de las Grandes Ligas con sus Bravos de Atlanta en el año 2021 por una lesión y posterior arresto por violencia doméstica a ser también detenido por conducir en estado de ebriedad. Sin embargo, puede que ahora mismo esté viendo la luz al final del túnel gracias a todo ese potencial que alberga y que la mayoría de los fanáticos han estado deseando ver desde hace muchísimos meses.
A pesar de que tuvo un arranque de campaña 2023 algo lento, el oriundo de Santo Domingo parece haberles tomado el ritmo a los eventos y ahora está exhibiendo el nivel de bateo que lo caracteriza. Después de conectar apenas 2 cuadrangulares en sus primeros 19 cotejos y poner una dudosa línea ofensiva de .111/.222/.222, El Oso despertó y en los últimos 7 cotejos (sin contar el de hoy ante los Azulejos de Toronto) ha revertido magníficamente la situación.
En el tramo de juegos anteriormente citado ha estampado un hilo de bateo de .308/.419/.885, acompañado de 5 vuelacercas, 10 carreras empujadas y 8 anotadas, un aporte que sin lugar a dudas ha permitido a los Braves triunfar en 5 de esos 7 encuentros. Es como si le hubieran apretado el botón de la candela a este magnífico bateador que ha encontrado refugio en el puesto de bateador designado del lineup del mánager Brian Snitker.
Resurrección inmediata
Aunque algunos dudaron de la continuidad de Marcell en MLB a largo plazo, lo cierto es que ahora está justificando cada uno de los dólares de su contrato de 18 millones por año y se perfila para continuar en el máximo nivel después de la temporada 2024, momento en el que será agente libre a menos que los Bravos quieran ejercer su opción de 16 ‘melones’ sobre él para conservarlo de cara al 2025.