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Los Medias Rojas de Boston fueron una de las más importantes decepciones de la temporada 2022 en prácticamente todos los sentidos. No solo podemos hacer referencia al hecho de que no clasificaran a la siguiente fase cuando eran claros favoritos para hacerlo, sino que además de eso acabaron en el último lugar de la División Este de la Liga Americana y encima, su récord fue negativo: 78 victorias y 84 derrotas.
Asimismo, podría hacerse un examen individual de sus peloteros y comenzar a tirarle dardos a unos cuantos, ya que salvo marcadas excepciones como Rafael Devers y Xander Bogaerts, el resto no estuvo a la altura. Y justamente del mencionado recientemente hay que hablar, puesto que tras su firma con los Padres de San Diego se oficializó lo que ya era un secreto a voces, es decir, que no continuaría en la escuadra que hace vida en Massachussets.
Esto trastoca de manera directa los planes de los Red Sox ya que no solo se va un bate primordial, sino que también se avería la confección defensiva de un cuadro en el que ahora mismo la herramienta primaria para suplantar al arubeño es Trevor Story, pero al mismo tiempo eso abriría un boquete en la segunda base igual o más difícil de tapar.
Diversas alternativas
Para mantener las aguas en niveles bajos y que no siga ardiendo troya en su seño, la organización que hace vida en el Fenway Park y que gerencia Chaim Bloom debería darle una gran solución a la problemática de las paradas en corto. Hay alternativas más que calificadas en la agencia libre como Carlos Correa y Dansby Swanson, mas todo apunta a que esa no será la respuesta.
En cambio, suenan como opciones más viables la alternancia del puesto entre valores que ya posee como Enrique Hernández, Christian Arroyo, Jeter Downs y Hoy Park, pero eso desde ya luce muy feo y antinatural para un club que debería estar destinado a competir. Por otra parte, un intercambio de último momento no se descarta, aunque sobresale la pregunta de siempre: ¿Qué se puede entregar en el canje que sea lo suficientemente atractivo? En fin, las horas en Boston son como las medias: bastante rojas.