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Acabó y la sensación tras el último out, fue esa que dejan las malas películas, las mismas donde sabes de antemano lo que va a pasar y por mucho que te aferras a creer que será diferente, no, al final ocurre lo que la mayoría esperaba.

Fueron casi tres horas y media de extremo suspenso y tras el out 27,  se concretó el hecho, que como verdad rotunda,  algunos se negaban a aceptar; Países Bajos vencía a Cuba otra vez en un evento internacional, para ratificarse como el gran verdugo de los antillanos en el panorama beisbolero de manera general.

Los acontecimientos

Como lo lee, hace solo solo minutos, los neerlandeses le ganaron 4-2 al seleccionado criollo en el primer desafío del quinto Clásico Mundial de Béisbol, no solo para marcar el comienzo de las acciones en el grupo A y en el certamen, también para sumar en estas lides, su cuarta victoria en cinco presentaciones ante los cubanos y tal como decíamos anteriormente, afianzar su hegemonía.

En el Estadio Internacional de Taichung, allá en Taiwán, caribeños y europeos protagonizaron un buen juego de pelota que se definió en el último tercio, justamente en el cierre de la sexta entrada.

Hasta ese instante el partido marchaba igualado a una carrera, un marcador que reflejaba el férreo dominio de los lanzadores durante los primeros cinco innings, pero en la conclusión del inning seis, los dirigidos por el experimentado Hensley Meulens, ligaron una base por bolas y tres imparables para fabricar las tres rayitas que a la postre definirían el juego.

El derecho Carlos Juan Viera, quien había entrado de relevo en sustitución del zurdo Onelki García, debió soportar la embestida de los tulipanes, al permitir las conexiones decisivas de manos de Josh Palacios y de Chadwick Tromp.

Antes, en el segundo episodio, Cuba había marcado la primera carrera del desafío y del Clásico, gracias a un doble remolcador del segunda base Yadil Mujica, con un corredor en primera base.

Momento cumbre del juego

De igual modo, en este punto cabe señalar que el juego bien se pudo haber decidido en el mismo primer capítulo, luego de que el equipo cubano fuera incapaz de aprovechar la oportunidad de tener bases llenas con un solo out, pero el receptor Lorenzo Quintana acabó bateando para doble play.

Solo tres hits conectaron los de la Mayor de Las Antillas, que nunca pudieron descifrar el pitcheo neerlandés, a pesar de contar con bateadores experimentados y de probada calidad en Grandes Ligas, como Yoan Moncada, Luis Robert Moirán y Yoenis Céspedes.

Al mismo tiempo vale resaltar el colosal trabajo del abridor de Cuba, Yariel Rodríguez, permitiendo apenas par de incogibles en cuatro tramos, con seis ponches recetados y una bola rápida constante sobre las 97 millas.

El pitcher ganador fue Erick Méndez, mientras que por la puerta de atrás salía el mencionado Carlos Juan Viera.