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Aunque todo parecía que acabaría como de hecho acabó, no fue hasta ahora que se hizo oficial. Domingo Germán acabó expulsado del encuentro entre los Azulejos de Toronto y sus Yankees de Nueva York por haber utilizado presuntamente sustancias pegajosas para mejorar su agarre de la pelota, pero no sólo eso, sino que también recibió una suspensión de 10 juegos por este infortunado evento. Al final, era la palabra del jugador contra los árbitros y la comisión encargada por la Major League Baseball.

Había tirado apenas 3 episodios el dominicano y permitido 2 imparables sin carreras en su duelo frente a los Pájaros Azules cuando el árbitro principal, James Hoye, decidió que lo mejor sería echarlo tras una exhaustiva revisión de sus manos. Aunque el pitcher alegó que se trataba de perrubia (colofonia), el umpire central comentó que era la mano más pegajosa que había sentido y que sin lugar a dudas, contenían otra sustancia y no sólo la que es legal para estos casos.

Las palabras textuales de la autoridad fueron: “Era extremadamente brillante y extremadamente pegajosa. Era la mano más pegajosa que he sentido”.

De esta manera, el oriundo de la isla del merengue se convierte en el segundo serpentinero que paga por esta causa en lo que va de año, puesto que el primero fue Max Scherzer, figura estelar de los Mets de Nueva York que también fue atrapado en las mismas condiciones. En aquel momento, al igual que ahora, el múltiple ganador del premio Cy Young juró que no estaba realizando trampas.

Con todo y eso, la liga sigue siendo severa con el asunto, revisando de manera minuciosa a los lanzadores antes y después de que suben a la lomita. De hecho, ya el mismo Germán había tenido un inconveniente el pasado 15 de abril contra los Mellizos de Minnesota; en par de ocasiones le llamaron la atención por aplicarse demasiada colofonia en la mano. Ahora, tendrá que pagar las consecuencias de sus actos.

¿En verdad empleó algo adicional el quisqueyano? ¿Exageró el árbitro principal? Todo seguirá siendo un misterio.