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Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que el colombiano Jorge Alfaro es quizá el catcher de mayor relevancia que actualmente está uniformado en LIDOM. Bueno, quizá él y Christian Betancourt de las Estrellas. El oriundo de Sincelejos, está con los Tigres del Licey en esta temporada 2022-23 y desde que entró al lineup su presencia se ha dejado sentir.
Es receptor con siete años de experiencia en Grandes Ligas. Debutó con los Filis en 2016, luego en 2019 pasó en un cambio múltiple a los Marlins por J.T. Realmuto y fue a parar a los Padres de San Diego, su equip actual, luego de que éstos compraran su contraro el 1° de diciembre de 2021. Ese es el palmarés de este pelotero, quien ahora se viste con la chaqueta del Licey.
Entonces, para seguir mejorando, decidió reforzar a los añiles en este año 2022. “Pienso que he tenido una trayectoria en el béisbol, tanto en ligas menores como Grandes Ligas, que me va a ayudar a adaptarme un poco más. Vengo a dar lo mejor de mí, entregar mi 100 por ciento al equipo”, dijo el refuerzo al departamento de prensa del equipo. .
Una de las cosas que más le ha gustado al colombiano es la manera como lo ha tratado el equipo. La armonía reinante dentro del equipo le impresiona. “Los muchachos me hacen sentir como en casa”, comenta el catcher. “Estoy bastante emocionado de estar aquí y poder aportar. He tratado de integrarme al grupo, además, conocía a algunos de los jugadores desde ligas menores. Se siente bien estar aquí”.
Y realmente, según cuenta, su corta estancia con los azules ha sido muy divertida:
“Desde que llegué no me dejo de reír por todo lo que hablan y hacen, uno bailando, otro haciendo chistes. Eso es bueno porque se contagia la energía y salimos con más ganas a jugar. Me gusta el ambiente”, añadió.
Para nadie es un secreto lo que ayuda a un pelotero jugar en ambientes altamente competitivos como Liodm. Por eso, entre otras cosas, el neogranadino aceptó el reto de venir a jigar a la República Dominicana. “En este deporte uno nunca deja de aprender”, explica. “Esta liga no es fácil de jugar, hay mucha competencia. Aquí hay bastante velocidad y todos salen con ánimos de dar lo mejor, específicamente los nativos, eso pone más emoción y rivalidad, lo que hace que esta sea una de las mejores ligas de Latinoamérica.”
Alfaro fue firmado originalmente por los Rangers de Texas en 2010, en ese entonces le dieron un bono de 1.3 millones de dólares, el bono más alto que hubiera recibido cualquier jugador colombiano.
“En primer lugar, no me lo creía”, afirmó com vehemencia. “Segundo, tengo que agradecerle bastante a este país, yo estuve viviendo en Baní, haciendo tryouts y mostrándome a los equipos, aquí fue donde firmé. Muchas personas me enseñaron lo que sé y estando aquí sigo aprendiendo. Nunca esperé un bono tan alto, mi enfoque no era el dinero, sino la oportunidad de jugar béisbol. Fue una bendición para mí y mi familia”.
Alfaro saber el terreno que pisa. Por eso disruta su juego y se exige al máximo. Entiende al fanático dominicano y comprende que fallar está prohibido.
“Después de que se le da a la pelota, uno no controla nada”, abundó. “Pero puedo asegurar que saldré a dar el 100 por ciento. Hay días buenos y malos, pero siempre se saldrá con la misma actitud. Es bueno que los fanáticos sean exigentes porque así se trata de hacer un mejor trabajo por ellos.”
Los Tigres del Licey se enfrentan este martes a las Águilas Cibaeñas, en juego donde los felinos se juegan el primer lugar de la tabla de posiciones.
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