Your browser doesn’t support HTML5 audio

El vasto imperio Japonés ha sido uno de los más dominantes de la comunidad de juegos de pelea (o FGC para los anglosajones), desde el inicio de la época dorada Japón seguía siendo el referente de los mejores jugadores de Street Fighters. Dominando con puño de hierro los grandes eventos como el EVO y teniendo el máximo de campeonatos en la nueva Capcom Cup. Solo era decidir quién sería el Shogun de turno, continuando la grandeza y aumentando la distancia de campeonatos con los occidentales.

La transición al SFV suponía que los Niponeses se mantendrían en la cúspide de las peleas callejeras, con un joven Tokido peleando de tú a tú contra el legendario Daigo Umehara y los campeones mundiales Sako y Momochi siendo contendientes. Todo parecía que harían honor al adagio anglosajón “Too big to fail” y dominarían todas las tierras conocidas. Pero algo falló, tal vez los occidentales se volvieron más fuertes, o lo Niponeses débiles, al no encontrarse del todo en un cambio de juego que abogaba más a la suerte que al talento.

Tras tener los 3 primeros campeones mundiales, Japón ni siquiera tocaba la final en 2016; la primera del Street Fighter 5. En 2017, un Gaiji de un país desconocido llamado MenaRD arrebataba la copa al dominante y reinante campeón del EVO Tokido. En 2018 Gachikun devolvía la gloria, pero fue un aliento etéreo, El estadounidense Idom y otra vez Mena volverían a demostrar que los cimientos del imperio Japonés habían caído; Era el inicio del fin, Japón ya no dominaba.

Para la SF6 y usando el EVO 2023 como vitrina, un nuevo Shogun entraba a escena para recuperar el terreno perdido por los niponeses. Bajo el pseudónimo de Kakeru y con una especie de justicia divina, su carta de presentación fue disponer con facilidad de los 2 campeones mundiales que iniciaron la caída del imperio; NuckleDu y Mena. Ambos eran enviados al loser Bracket y ante la sorpresa de todos los conocedores se colocaba en un 4to lugar del EVO.

353f2fe730c5b-728x510
Ese título le dio US$400,000

Un jugador que sus mejores lugares en SFV eran top 16 de eventos grandes, demostraría que no fue suerte, tras coronarse campeón del Gamers8. Volvía a disponer del actual campeón mundial Mena y posteriormente se alzaba con los máximos honores por encima de Punk, Angrybird y el legendario Daigo. Logrando el título del Gamers8 y una bolsa de US$400,000. La declaración de guerra estaba enviada, el nuevo Shogun venía a impartir el orden y devolver el esplendor Niponés.

Kakeru en poco tiempo se ha hecho de un nombre en a escena de la FGC, aunque falta mucho para la siguiente Capcom Cup, las proyecciones apuntan a que tenemos la próxima gran estrella para el sol naciente.