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Cuando inició la temporada de la League of Legends LEC EMEA todos suspirábamos, en ese entonces se coqueteó que su majestad el rey del norte volvería al máximo circuito europeo. Sabíamos que Rekkles no estaba en la mejor forma ni cerca de su mejor nivel, pero su carisma pudo aplacar cualquier pizca de sensatez de la mayoría de los fanáticos que pedían a gritos el retorno de el amarillo cual si fuese el mesías que nos conducirá a la tierra prometida. Fnatic pertenece a la realeza de los esports, es el único equipo fuera de Asia en ganar un mundial de League Of Legends, por ende a sus jugadores se le exige carácter y logros.

Elias Lipp “Upset” había sido el elegido para llenar el hueco dejado por Rekkles al momento de su salida a probar nuevos aires, y ante el clásico descontento de cambiar al jugador franquicia, Upset momentáneamente cumplía con el gran peso que suponía su posición. Pero el abandono del mundial sin más explicación (en ese momento) que cumplir “compromisos familiares”, hizo que la poca aceptación que gozaba se esfumara. Desde ese momento empezaba a sonar el eco del retorno del rey.

Fnatic se encontraba en una encrucijada al inicio de este split, elegir el mal menor y seguir con proyecto que deportivamente estaba decente, o volver a donde se fue feliz y traer devuelta a una de las personalidades más importantes del jueguito. Fnatic eligió lo segundo, no importa el nivel en que se encuentre Rekkles, este te garantiza estar en la palestra y tomar portada en los tabloides.

Fnatic armo un equipo que en el papel se mostraba capaz de luchar por puestos de tabla media y luego ver que pasa y justamente aquí empiezan los problemas; perder personalidad. Cada equipo va forjando su personalidad y carácter a través de los años y en solo 1 split aparenta que Fnatic desechó esta herramienta. Humanoid, Razork y Wunder 3 jugadores que “aunque son de Fnatic, parecen todo menos jugadores de Fnatic”, un Rhukz que dio destellos de grandeza en 2 juegos del pasado mundial pero en este split solo afianzó la falta del profesor Hilly y un rey en la curva del descenso que aún mueve legiones por donde pisa.

Hoy esa formula sumada a problemas internos han decantado en uno de los peores fracasos a nivel deportivo en la corta historia del club, los fanáticos sufren las desiciones de un equipo que se cegó con el brillo del rey sin corona. Fnatic eligió el marketing sobre lo deportivo y pagó por ello.