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En el multiverso de la FGC, hay un juego que destaca por lo prolija que debe ser su técnica a la hora de pelear. Un juego de pelea que ha sabido traer otra dimensión y se ha mantenido a la escena competitiva en alto, Tekken. Tekken hasta ahora ha sido el único juego de peleas en 3D que sigue siendo relevante y respetado por la comunidad. En dicho juego desde el 2014, los Coreanos fueron los dueños absolutos de la escena en los EVO’s, y parecía que no había forma de detenerlos.

En el 2017, con la creación del Tekken World Tour, era de esperarse que los coreanos dominaran, pero la alegría solo le duraría 2 años. Con la apertura de los torneos a más países en el sur de Asia se cocinaba a fuego lento el derrocamiento y un nuevo orden mundial en Tekken.

Pakistán empezaba a dar luces de buen nivel en el juego y con él una camada de jóvenes promesas buscaban hacerse camino. Entre ellos sobresale Arslan Siddique “Arslan Ash” quien en 2019 daba el salto logrando ganar el evo 2019 y todo cuanto se encontrara a su paso. Pakistán controlaría todo el esquema de Tekken teniendo a su primer campeón mundial en manos de Atif Ijaz “Atif Butt” en 2022. El capitán lahorí se le escapaba el único gran torneo que no había ganado

Este año Pakistán volvía a imponerse: EVO2023 en la figura de Ash, el Gamers8 con el trío Arslan Ash, Imran Khan y Atif Ijaz y ahora Ash consiguió ser campeón del Tekken World Tour. Pakistán le arrebató de las manos el dominio a Corea en el último tramo de juego.

Con el anuncio del nuevo juego Tekken 8, Corea tendría otra oportunidad para retomar el poder. Mientras tanto, Pakistan es el nuevo país del Tekken, Arslan Ash su presidente y da la impresión que será por mucho.