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En un debut que prometía gloria para los Diablos Rojos, Bélgica se enfrentó a una dura realidad ante Eslovaquia en la Eurocopa de Alemania. Los eslovacos, con determinación y eficacia, lograron una sorpresiva victoria que deja tambaleando a una de las favoritas del torneo.

El encuentro estuvo marcado por la falta de acierto de Romelu Lukaku, quien desperdició múltiples oportunidades y vio cómo le anulaban dos goles cruciales. Schranz, del Slavia Praga, fue el héroe inesperado que inclinó la balanza a favor de Eslovaquia con un gol tempranero tras un error defensivo belga.

La estrategia táctica de Domenico Tedesco, director técnico de Bélgica, con Carrasco desplegado como lateral izquierdo, buscaba convertir a Bélgica en un equipo ofensivo y dominante. Sin embargo, la falta de contundencia en el área rival y las decisiones cuestionables del VAR frustraron cualquier intento de remontada. Dos goles anulados a Lukaku, uno de ellos por fuera de juego, intensificaron el drama de una tarde amarga para el delantero estrella de la Roma.

A pesar de los esfuerzos de De Bruyne y la presión constante sobre la defensa eslovaca en la segunda mitad, Bélgica no logró capitalizar sus oportunidades. Cada intento de acercarse al gol fue repelido con solidez por un equipo eslovaco bien plantado y consciente de su ventaja temprana.

La derrota deja a Bélgica con más interrogantes que respuestas y alimenta el debate sobre el desempeño de Lukaku en partidos cruciales. ¿Podrá la selección de Tedesco reponerse y demostrar su verdadero potencial en los próximos encuentros?