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En el emocionante encuentro entre Países Bajos y Polonia en la Eurocopa 2024, el enfoque tradicional del fútbol brilló, demostrando que los planteamientos clásicos aún tienen su lugar en el juego moderno. El técnico Ronald Koeman, conocido por su resistencia a cambiar su formación de extremos abiertos y un delantero tradicional, hizo un cambio decisivo en el minuto 81, que resultó en la victoria de su equipo dos minutos después. Se lo referencia a  Weghorst como “bobo” ya que fue Lionel Messi quien lo nombró de esa manera  durante el Mundial de Qatar 2022. Mientras el astro argentino daba una entrevista televisiva, se dirigió hacia alguien fuera de cámara con la frase “¿Qué mirás, bobo? Andá pa´ allá,” en alusión a Weghorst. Desde ese momento el jugador neerlandés comenzó a ser identificado de esa manera.

La primera mitad fue dominada por Países Bajos, particularmente por Cody Gakpo, quien mostró una versión destacada de sí mismo, similar a su rendimiento en el Mundial de Qatar. Gakpo fue una amenaza constante, pidiendo el balón, regateando y encarando sin cesar. Memphis Depay, aunque a veces celoso de su protagonismo, también tuvo un papel crucial en el esquema ofensivo de Koeman, que desplegó un innovador 3-3-4.

A pesar del dominio neerlandés, fue Polonia quien abrió el marcador. Piotr Zielinski ejecutó un córner perfecto que encontró la cabeza de Adam Buksa, quien superó la defensa de Denzel Dumfries y Virgil van Dijk. Sin embargo, la respuesta de Países Bajos no tardó en llegar. Nathan Aké, consistentemente sólido en defensa y ataque, interceptó un despeje y asistió a Gakpo, cuyo disparo desviado se convirtió en el gol del empate.

La segunda mitad vio una mejora en el juego tanto de Xavi Simons como de Polonia. Koeman parece haber dado libertad a Simons para jugar su estilo, lo que resultó en un rendimiento más efectivo. Polonia, por su parte, introdujo cambios estratégicos, fortaleciendo su centro del campo con la inclusión de Jakub Moder y Bartosz Slisz, lo que les permitió dominar brevemente el juego.

Nathan Aké continuó siendo una figura clave, ofreciendo seguridad en defensa. Koeman introdujo a Donyell Malen y Georginio Wijnaldum, pero fue el ingreso de Jeremie Frimpong y Wout Weghorst en el minuto 81 lo que cambió el partido. Malen se movió a la izquierda, Frimpong a la derecha, y Weghorst se posicionó como el delantero central. En solo dos minutos, este cambio táctico dio sus frutos. Aké filtró un pase perfecto a Weghorst, quien superó a la defensa polaca y anotó el gol de la victoria.

Este triunfo destaca no solo la flexibilidad táctica de Koeman, sino también la capacidad de Países Bajos para adaptarse y responder bajo presión. Con esta victoria, Holanda se posiciona favorablemente en el Grupo D, demostrando que los principios clásicos del fútbol aún tienen un impacto significativo en el juego moderno.