Your browser doesn’t support HTML5 audio
En un camino plagado de mínimos históricos en cuanto a efectividad ofensiva, la Selección de Francia ha asegurado su lugar en las semifinales de la Eurocopa 2024, un logro singular bajo un desempeño anémico frente al arco rival. Con apenas un gol a favor en jugadas no penales durante toda la fase de grupos y eliminatorias, los dirigidos por Didier Deschamps se enfrentarán a España el próximo martes en Múnich con la esperanza de avanzar a la gran final del torneo continental.
Francia, conocida por su solidez defensiva encabezada por el portero Mike Maignan, ha demostrado una notable capacidad para contener a sus rivales, habiendo recibido solo un gol en todo el torneo hasta el momento, cortesía de Robert Lewandowski en la fase de grupos. Este desempeño defensivo ha sido crucial para compensar su falta de contundencia en el área contraria, una situación que los ha llevado a superar etapas mediante ajustadas victorias por la mínima diferencia y empates sin goles.
El equipo francés comenzó su travesía en la Eurocopa 2024 con una victoria fortuita sobre Austria, donde el único gol del encuentro fue marcado por Maximiliam Wöber en propia puerta. En fases posteriores del torneo, Francia aseguró su paso a semifinales tras superar a Bélgica en octavos de final con un gol fortuito derivado de un rebote en Jan Vertonghen y después eliminó a Portugal en la tanda de penales, gracias a un fallo crucial de Joao Félix.
En contraste con su histórico rendimiento defensivo, el equipo ha mostrado una falta de eficacia notoria en la creación de oportunidades de gol, dependiendo en gran medida de las jugadas de penal para aumentar su cuenta anotadora. Kylian Mbappé ha sido responsable de los dos goles de su equipo en jugadas desde los once metros durante todo el torneo.
Este singular desempeño de Francia en la Eurocopa 2024 ha captado la atención de los aficionados y analistas por igual, generando debate sobre la estrategia de juego del equipo y su capacidad para enfrentar a rivales de mayor envergadura en las fases finales del torneo. Con su próxima cita frente a España, los galos buscarán demostrar que su férrea defensa y capacidad de manejar la presión en momentos críticos pueden llevarlos un paso más cerca del título europeo.