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La fiesta que significó para todos los rosarinos la despedida del ex Liverpool y selección Argentina quedó manchada por un hecho inaudito en la grada donde habitualmente concurre ‘la barra brava ‘ de Newell’s old boys, equipo de dónde salió ni más ni menos que Lionel Messi
En la despedida estubieron otras figuras de renombre, cómo ‘Fideo’ Di María, ‘Pocho’ Lavezzi, Ariel Ortega, Pablo Aimar y una decena más de jugadores y famosos del espectáculo. La presencia estelar, claro, fue la de Lionel Messi en el día de su cumpleaños. Todo fué fiesta, pero es inevitable ver la foto inicial del encuentro una gigantesca bandera con la imagen de un mono, haciendo alusión a la banda narcotraficante que domina la ciudad de Rosario, la más afectada del país sudamericano en tema droga.
La bandera vinculada a la banda criminal Los Monos que la hinchada de Newell’s desplegó en el partido despedida de Maxi Rodríguez no pasó desapercibida en áreas políticas y judiciales. Tanto desde la Fiscalía provincial como desde el Ministerio de Seguridad tomaron medidas para intentar conocer cómo fue que esa enseña ingresó al estadio “Coloso” Marcelo Bielsa.
Se pudo apreciar en la tela, imágenes de tres animales que coinciden con los apodos de los jefes de la barra brava entre ellos Ariel “Guille” Cantero, líder de Los Monos.
Con la frase de cabecera “Nosotros estamos más allá de todo”, la bandera mostró una imagen por demás de sugerente. Al centro del trapo se veía un mono con lentes, a un costado un toro y del otro lado un pollo. Distintas investigaciones judiciales sobre la banda criminal Los Monos ubican a Ariel Máximo “Guille” Cantero como líder de la organización, a quien en diversas escuchas y conversaciones que constan en los expedientes se aprecia que los integrantes de la organización se refieren a él como “el de lentes”.
La Justicia también investiga a Carlos Damián “Toro” Escobar, un hombre que está preso en la cárcel de Ezeiza por distintos delitos, como uno de los líderes de la barra brava de Newell’s. Lo mismo para Leandro “Pollo” Vinardi, otro recluso de la misma cárcel federal, sospechado de tener influencia en el paravalanchas leproso.
Un escándalo que mancha una fiesta y que involucra al mejor jugador del mundo y su ciudad natal, que hace muchos años tiene un gigantesco problema con las bandas narcotraficantes.