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En un duelo que quedará grabado en los anales del fútbol español, la selección española conquistó una épica victoria sobre Alemania en el partido de cuarto de la Eurocopa Sub-21. En una tarde cargada de emoción y drama, España demostró su grandeza al derrotar al equipo anfitrión en su propio terreno, un hito que evoca las gestas legendarias del deporte rey.

El encuentro, disputado en el Mercedes-Benz Arena de Stuttgart, comenzó con intensidad desde el pitido inicial. Alemania, respaldada por su ferviente afición, buscaba imponer su juego físico y táctico ante una España que, dirigida magistralmente por Luis de la Fuente, no se amilanaba ante el desafío monumental que suponía enfrentar al gigante teutón en su casa.

El gol de la victoria llegó en la prórroga, cuando Mikel Merino, en un acto de pura determinación y coraje, cabeceó certeramente un centro preciso al corazón del área alemana. El estadio estalló en júbilo mientras los jugadores españoles se abrazaban en celebración. Este gol se suma a una lista de hazañas memorables que incluyen victorias previas sobre Alemania en instancias decisivas, reforzando el legado de la selección española en competiciones internacionales.

Sin embargo, la jornada no estuvo exenta de polémica y momentos de tensión. Desde duras entradas hasta decisiones arbitrales discutibles, el partido mantuvo a los espectadores al filo de sus asientos durante los 120 minutos de juego reglamentario y la prórroga. Dani Olmo, quien se destacó durante todo el encuentro con su habilidad y visión de juego, fue una pieza fundamental en la estrategia de España, mostrando por qué es considerado uno de los talentos más brillantes del fútbol europeo.

El técnico alemán, Julian Nagelsmann, respondió con cambios tácticos audaces que mantuvieron la presión sobre la defensa española hasta el último segundo del tiempo suplementario. Sin embargo, la determinación y el espíritu indomable de los jugadores españoles, reflejado en cada acción y cada desafío superado, finalmente inclinaron la balanza a su favor.

Con esta victoria, España avanza a semifinales de la Eurocopa, donde enfrentará un nuevo desafío en su búsqueda por el título. La actuación de hoy no solo ha asegurado un lugar en la historia del fútbol español, sino que también ha inspirado a toda una generación de aficionados y futbolistas a creer en la fuerza del trabajo en equipo y la pasión por los colores nacionales.

La gesta de Stuttgart pasará a ser recordada como un ejemplo de perseverancia, habilidad y coraje en el deporte, demostrando una vez más que en el fútbol, como en la vida, nada es imposible cuando se juega con el corazón.