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La Selección Argentina aprovechó la fecha FIFA para celebrar frente su público el campeonato del mundo obtenido el pasado mes de diciembre en Qatar. A diferencia de la mayoría de las selecciones competitivas del mundo, sobretodo las europeas que jugaron eliminatorias a la Euro, la Argentina eligió rivales de menor calibre, sabiendo que los jugadores y su gente tenían aún un merecido encuentro después de lo ocurrido en el mundial.
El primer rival de Argentina en este par de partidos fue Panamá en el Estadio Monumental de Buenos Aires, en donde Lionel Messi (quien había tenido múltiples chances durante el encuentro), marcó un golazo de tiro libre al final del mismo. Ese tanto fue nada menos que el gol número 800 de Messi como futbolista profesional en partidos oficiales.
El lunes la Selección Argentina recibió un emotivo homenaje en la sede de CONMEBOL en Paraguay, donde el técnico Lionel Scaloni y varios de los jugadores terminaron entre lágrimas debido todas las muestras de cariño, especialmente por la presencia de varios niños que enternecieron a propios y extraños.
Inmediatamente después del homenaje Messi y compañía viajaron a Santiago del Estero, donde al día siguiente recibieron en el Estadio Único Madre de Ciudades a la más que modesta selección de Curaçao. Ese encuentro terminó con un abultado pero predecible marcador de 7-0 a favor de los campeones del mundo, tres de esos tantos anotados por Messi.
Si bien ver a Messi marcando goles ya es un lugar común, el primero de los tres goles ante Curaçao tiene la particularidad de haber sido el gol número 100 del rosarino con su selección. Ya Messi durante el mundial se había convertido en el máximo artillero de la Selección Argentina superando al legendario Gabriel Omar Batistuta.
Los tres goles de Messi ante Curaçao dejaron su cuenta con la selección en 102. Argentina empezará la eliminatorias sudamericanas al mundial en junio, por lo que se terminan los rivales menores y empieza la alta competencia en selección de nuevo para Messi y sus compañeros.