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Rodrigo Hernández, conocido como Rodri, está a un paso de alcanzar el máximo galardón individual en el fútbol: el Balón de Oro. Con una temporada histórica, marcada por títulos y actuaciones decisivas tanto con el Manchester City como con la selección española, el centrocampista español ha cautivado a los críticos y aficionados, posicionándose como el gran favorito a suceder a Lionel Messi. Su papel clave en la Eurocopa y su rendimiento en la Premier League inclinan la balanza a su favor en un año crucial.

Protagonismo absoluto con el Manchester City

La campaña de Rodri con el Manchester City arrancó con un traspié en la Community Shield ante el Arsenal, donde el equipo cayó en penales. Sin embargo, su capacidad de recuperación quedó demostrada una semana después al conquistar la Supercopa de Europa frente al Sevilla. Rodri contribuyó con una asistencia en el gol decisivo, mostrando su influencia en el esquema de Pep Guardiola.

En la Premier League, su constancia y precisión lo convirtieron en una figura insustituible. Solo se perdió cuatro de los 38 partidos, tres por sanción y uno por decisión técnica. Más allá de sus cifras (8 goles y 9 asistencias), Rodri es reconocido por su habilidad para organizar el juego y mantener el equilibrio en el equipo. Su ausencia, debido a una lesión reciente, ha dejado una marca palpable en el rendimiento del equipo, resaltando aún más su importancia en el plantel de los ‘sky blues’.

Un rol indiscutible en La Roja

Rodri también ha sido un baluarte en la selección española bajo la dirección de Luis de la Fuente. Desde que asumió el técnico español, Rodri ha llevado el brazalete de capitán y ha sido titular indiscutible. En la Eurocopa, donde España alzó el trofeo, fue designado el mejor jugador del torneo, un reconocimiento que solidificó su estatus internacional. Marcó el gol del empate ante Georgia en octavos de final, un momento que dio inicio a una racha triunfal para ‘La Roja’.

La campaña que dejó una marca en su físico

El esfuerzo monumental de Rodri la temporada pasada parece haberle cobrado factura, ya que sufrió una grave lesión en la rodilla al inicio de esta temporada. Según el informe de FIFPro, acumuló 6,107 minutos en 66 partidos, entre club y selección, un dato que subraya su relevancia tanto en el Manchester City como en el equipo nacional. A pesar de los sacrificios físicos, su rendimiento no fue en vano, pues está a punto de alzarse con el premio que consolidaría su estatus como el mejor jugador del mundo.

A horas de la ceremonia en el Teatro Châtelet de París, Rodri Hernández se encuentra en la cúspide de su carrera, esperando coronarse como Balón de Oro. La combinación de logros individuales y colectivos en una de las temporadas más exigentes de su vida ha posicionado al centrocampista en el umbral de la inmortalidad futbolística.