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Franco Colapinto, una de las promesas más destacadas del automovilismo argentino, no solo lleva en su sangre la pasión por los autos, sino que ha transformado un sueño familiar en realidad. Hijo del ex piloto Aníbal Colapinto, Franco ha logrado lo que pocos: escalar en el mundo del karting, competir en las máximas categorías europeas y debutar en la Fórmula 1 en 2023. Pero su camino no fue fácil. Desde su infancia en los circuitos argentinos de Turismo Carretera (TC) hasta su explosión en las pistas internacionales, Franco ha mantenido vivo el legado de su padre, uniendo pasado y presente a través del icónico número 43, que luce en su monoplaza.

Una herencia sobre ruedas

Franco creció en un ambiente rodeado de motores y velocidad. Su padre, Aníbal, compitió en autos y motos, destacándose en la Clase 2 del Turismo Nacional con un Volkswagen Gacel que llevaba el número 43, un número que Franco ha hecho suyo en la Fórmula 1. Desde joven, Franco acompañó a su padre a los autódromos, viviendo la magia de las carreras de Turismo Carretera, donde equipos y fanáticos se reunían para vibrar al ritmo de los motores de seis cilindros. Estas experiencias marcaron el inicio de su amor por el automovilismo.

Aníbal Colapinto también fue dueño de uno de los equipos más emblemáticos del automovilismo argentino, el JC Competición, que adquirió tras retirarse como piloto. Este equipo había sido la casa de grandes nombres del TC como Osvaldo Morresi y Roberto Urretavizcaya. Franco creció entre autos de carrera y talleres mecánicos, donde soñaba con emular a los grandes pilotos que admiraba, como Juan Manuel Fangio, quien también compartía su amor por Chevrolet.

El número 43: Un símbolo familiar que ahora resuena en la Fórmula 1

El número 43 tiene un significado especial para Franco y su familia. Aníbal Colapinto compitió con ese número en su Volkswagen Gacel y luego en el TC Pista, y su hijo adoptó el mismo número cuando comenzó a competir en karting, llevándolo ahora al escenario global de la Fórmula 1. En 2014, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) permitió a los pilotos elegir un número fijo para representarlos, siguiendo una tradición popularizada por otras categorías como el MotoGP. Esto permitió a Franco mantener el 43, rindiendo homenaje a su padre y sus raíces en el automovilismo argentino.

Desde su debut en la Fórmula 1 el 1 de septiembre de 2023 en Monza, Italia, Franco Colapinto ha capturado la atención de los fanáticos y los medios. Su número 43 se ha convertido en un símbolo de la perseverancia y el talento del piloto argentino. El merchandising con su número ha tenido un gran éxito entre los seguidores de la Máxima, tanto en Argentina como a nivel internacional, impulsando la popularidad de Colapinto en las redes sociales.

El camino de Franco Colapinto hacia la Fórmula 1

Franco comenzó a competir en karting a una edad temprana, y no pasó mucho tiempo antes de que sus habilidades llamaran la atención a nivel nacional. Tras ganar campeonatos de karting en Argentina, decidió dar el salto a Europa para seguir creciendo en un entorno más competitivo. Fue entonces cuando comprendió la diferencia entre las categorías locales y el nivel profesional que representaba el automovilismo europeo.

En una entrevista, Franco reveló que a los 12 o 13 años soñaba con correr en el TC, influenciado por los autos de turismo que su padre manejaba y los recuerdos de los fines de semana en los circuitos. Sin embargo, una vez que comenzó a competir en karting y vio el nivel de profesionalismo en Europa, su objetivo cambió drásticamente: decidió que su destino estaba en la Fórmula 1.

La gran promesa en la Fórmula 1

A pesar de haber impresionado en sus primeras tres carreras, Franco Colapinto aún no tiene asegurado un lugar como piloto titular para la temporada 2025. Será reemplazado temporalmente por el español Carlos Sainz en el equipo Williams, quien se unirá a Alex Albon. No obstante, el talento y las actuaciones de Franco le han ganado un lugar en la conversación para futuras oportunidades en la Fórmula 1. Su capacidad para adaptarse rápidamente y su popularidad en crecimiento lo posicionan como un piloto con un futuro brillante.

Franco Colapinto ha recorrido un largo camino desde sus días en los autódromos argentinos, pero su historia está lejos de terminar. Con el apoyo de su familia y su país, y con el número 43 como testigo de su legado, Franco sigue abriéndose camino en el automovilismo internacional. Su debut en la Fórmula 1 es solo el comienzo de lo que promete ser una carrera llena de éxitos, llevando consigo la pasión que heredó de su padre y la esperanza de millones de argentinos que lo ven como el próximo gran piloto de la Máxima.