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La espera se ha vuelto interminable, pero todo pasa y al instante de escribir este texto apenas quedan unas horas para que las Reinas del Caribe salten al taraflex allá en la urbe china de Ningbo, en pos de afrontar el primer partido del Preolímpico de Voleibol Femenino 2023.
Como lo lee, después de coronarse por tercera vez consecutiva en el Campeonato Continental NORCECA, el seleccionado criollo de mujeres, regresará a la máxima competición con la ilusión intacta respecto a la posibilidad de obtener uno de los boletos en disputa para la justa estival del próximo verano.
En este punto cabe recordar que luego de aquella primera presencia en Juegos Olímpicos, la misma que tuvo lugar en Atenas 2004, las Reinas del Caribe de igual modo tomaron parte en Londres 2012 y hace dos años estuvieron compitiendo en Tokio.
Reinas del Caribe en el Preolímpico de Voleibol Femenino 2023
Con este aval, las antillanas, ubicadas en el Grupo A del evento, se plantarán en la duela para medirse a su similar de República Checa en un duelo pautado para el día 16 de septiembre a la 1:00 de la madrugada, hora de Quisqueya.
En medio de este panorama, cuando muchos hablan de cansancio extremo y de ciertas dudas sobre la forma deportiva de las jugadoras, una interrogante marca la pauta… ¿podrán las Reinas del Caribe saldar su deuda pendiente con la afición dominicana?
Esta es la deuda pendiente de las Reinas del Caribe
Y usted dirá, ¿qué deuda?… en este sentido y ahondando en el asunto, tenemos que, si bien las Reinas del Caribe han impuesto respeto a nivel regional, díganse Juegos Centroamericanos, Panamericanos y Torneos NORCECA, nunca la escuadra dominicana ha podido dar el gran salto de calidad para afianzarse en la élite del voleibol (cuatro mejores, ir a discutir medallas) y ahí están las últimas ediciones de la Liga de Naciones, los Campeonatos del Mundo de 2018 y 2022 y los Juegos Olímpicos de Tokio para refrendar el criterio.
Siempre han quedado a deber en los certámenes importantes y como un halo oscuro, la duda comienza a ceñirse sobre la selección nacional, sin embargo, más allá del favoritismo de Serbia y China, hay razones de sobra para creer que si pueden llevarse uno de los cupos y no tener que esperar a que termine la Liga de Naciones de 2024.
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Sopesando los problemas de recepción que se sobrellevan con la presencia de Brenda Castillo, constatamos que en líneas generales se ve un equipo compacto, capaz de desplegar un alto nivel y por ende competir a la par de los mejores, tal como sucedió contra China y Serbia en la Liga Naciones y ante Estados Unidos, en la final del NORCECA.
¿Saldarán su deuda las Reinas del Caribe?, ¿se mantendrá el mismo guion?… interrogantes de las que solo con el tiempo sabremos las respuestas.
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