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Al instante de escribir este texto, el seleccionado de voleibol masculino de República Dominicana se apresta para disputar ante Cuba la medalla de bronce en el XXVIII Campeonato Continental NORCECA y en este sentido, los hechos indican que pensar en un triunfo es una quimera o un sinsentido, como dirían muchos, pero, de cualquier forma, la perspectiva no puede acabar ahí, en esas líneas; se impone, urge mirar más allá…
Seis años después de aquella medalla de plata en 2017 durante la edición 25 del añejo evento, República Dominicana volverá a la duela con la intención de buscar no solo otra presea, también el cupo directo al Campeonato Mundial de la disciplina pautado para 2025.
El voleibol masculino dominicano y una ilusión que renace en el XXVIII Campeonato NORCECA de Voleibol
Con los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 en la mira, lograr el bronce allí en Charleston sería una antesala de lujo para afrontar con nuevos bríos el reto de ir a competir allá a la capital chilena.
En este punto una idea se impone y es que gane o pierda frente a Cuba este domingo, la selección ha puesto a soñar a miles y miles de fanáticos que anhelan tener un equipo al nivel de las Reinas del Caribe y esta es la cuestión… ¿cómo mantenerse en el top 4 del NORCECA?, ¿qué hacer para ascender a la élite y dar el necesario salto de calidad?
Han pasado cinco años de aquella última presencia en justas del orbe, cuando en Florencia, Italia, la escuadra nacional apenas pudo ganar un set (frente a Eslovenia) en cinco partidos disputados y cuando muchos pensamos que el tedio y la apatía harían sucumbir otra vez al voleibol varonil, no… en este 2023, la esperanza ha renacido.
La estela del voleibol masculino dominicano en 2023
Primero fue la plata en los Juegos Centroamericanos de San Salvador, más tarde ese partidazo contra Turquía en la Copa Challenger que refrendó el criterio que los varones estaban decididos a recuperar espacios y que la llegada a la Liga de Naciones de 2025, era una posibilidad real.
Sin lugar a dudas, la vuelta de tuerca que se necesitaba para acentuar la noción del posible éxito era este desempeño en el Campeonato NORCECA; una competencia donde luego de caer el primer día frente a Canadá, se ha derrochado talento y maestría, no solo en las aplastantes victorias ante México y Puerto Rico; de igual modo ayer, los nuestros le plantaron cara a Estados Unidos en el primer set del partido semifinal y fue algo hermoso.
¡Rescatemos el voleibol masculino!
¿Qué hacer entonces? Vuelve la interrogante y en lo personal creo que no es suficiente el hecho que el programa CRESO (Creando Sueños Olímpicos) haya decidido apostar por el equipo; no, es necesario más compromiso de las autoridades en general, inversión, buscar contratos en el extranjero para los mejores exponentes, poner dinero en instalaciones y la infraestructura necesaria para fomentar la práctica desde edades tempranas.
Al mismo tiempo, resulta algo imperante rescatar y mantener el torneo doméstico y aspirar a que sea algo serio, realmente profesional, la plataforma donde los muchachos puedan pulir su técnica y adquirir el rodaje competitivo necesario para ascender.
La probada calidad de figuras de la talla de Henry Tapia, Wilfrido Hernández y Héctor Cruz, es motivo suficiente para creer y en lo personal no creo que se trate de algo tan complejo, solo basta con mirar al lado y ver el Proyecto de Selecciones Nacionales que en la rama femenina ha permitido que las Reinas del Caribe lleven años en el top 10 del orbe.
¡Rescatemos el voleibol masculino! – nos dice el clamor popular; Dominicana lo merece y la afición lo va a agradecer.
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