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El atletismo mundial tiene una nueva figura de referencia, y su nombre es Marileidy Paulino. Desde Santo Domingo, en una entrevista con AFP, la velocista dominicana compartió su perspectiva sobre su camino al éxito, sus metas futuras y el anhelo de romper uno de los récords más polémicos e inalcanzables de la historia: los 47.60 segundos de Marita Koch en los 400 metros. Más allá de los tiempos y las marcas, Paulino representa una historia de superación, resiliencia y humildad que inspira a toda una generación.

Los logros que cimentan una carrera histórica

Marileidy Paulino cierra el 2024 como la atleta más destacada del atletismo mundial. Con una medalla de oro olímpica en París y un récord olímpico de 48.17 segundos, Paulino ha alcanzado lo que muchos consideraban un sueño imposible para un país caribeño con limitada tradición en el atletismo. Sin embargo, su hambre de éxito va más allá de las medallas. “Ya prácticamente tengo todos los logros que un atleta puede tener, pero yo no me detengo”, asegura la conocida “Gacela de Nizao”.

Este impulso inquebrantable la lleva a mirar hacia Tokio 2025 y, más allá, hacia Los Ángeles 2028, con un objetivo claro: superar la marca de Koch, una hazaña que muchos consideran inviable debido a la sombra del dopaje que rodeó al atletismo de la Alemania Oriental.

¿Qué hace falta para llegar más lejos?

Paulino reconoce que aún hay aspectos técnicos que necesita perfeccionar, especialmente en la salida y el manejo de la curva. Aunque su resistencia y capacidad de remate son excepcionales, admite que ciertos detalles en la ejecución pueden marcar la diferencia entre los 48 segundos actuales y los 47 que sueña alcanzar.

“No me canso, no llego agotada, pero quizás frenar en la llegada es una mala costumbre que he tenido porque no tengo una persona que me impulse al límite en esas prácticas”, comenta con una autocrítica que demuestra su compromiso. Para Paulino, el proceso es tanto físico como mental. “Mi objetivo es desafiarme a mí misma; cuando un atleta tiene un chip en la mente, no hay nadie que se lo cambie”.

El oro de París y el peso de la historia

La medalla de oro en París fue más que un logro personal; fue una declaración de intenciones. Después de haber obtenido dos platas en Tokio 2020, Paulino demostró que es capaz de sobreponerse a las adversidades, incluida la ausencia temporal de su entrenador Yaseen Pérez, quien fue una figura clave en su desarrollo.

“Detrás de esa medalla hay un equipo de trabajo y muchos sacrificios. Fue un momento muy especial, un sueño cumplido, y ni siquiera me había dado cuenta de que había roto el récord olímpico. Era un regalo de cumpleaños de la vida”, reflexiona Paulino, quien nació el mismo año en que se estableció el récord anterior en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996.

El legado dominicano en el olimpismo

Con su oro olímpico, Paulino se une a una élite muy selecta de atletas dominicanos que han alcanzado la gloria máxima en el deporte: Félix Sánchez en los 400 metros con vallas y Félix Díaz en el boxeo. Para ella, el logro no es solo personal, sino colectivo. “No es solo un honor, sino un privilegio representar a mi país y abrir puertas para las futuras generaciones”.

Humildad y enfoque: las claves del éxito

A pesar de la fama y los éxitos acumulados, Paulino mantiene una perspectiva clara sobre lo que verdaderamente importa. “Cuando empecé, siempre terminaba última. A esa niña le diría que mantenga su enfoque, que no se detenga y que confíe en los planes de Dios. La fama y el éxito pueden desviar a un atleta, pero gracias a Dios me he mantenido humilde”, asegura.

La campeona también destaca la importancia de gestionar la presión mediática y económica que conlleva el éxito. Para Paulino, la clave radica en mantener la fe, el trabajo constante y un fuerte sentido de humildad.

Una meta que trasciende el atletismo

Cuando se le pregunta por el récord de Marita Koch, Paulino es contundente: “Por la gracia de Dios, no es imposible. En prácticas lo he demostrado. No sé si llegará el próximo año, en dos años o en Los Ángeles-2028, pero estoy trabajando para eso”.

Este desafío no es solo personal; es una declaración de principios para un deporte que ha luchado por borrar las sombras del pasado. Si alguien puede lograrlo, es Marileidy Paulino, una atleta que no solo corre para vencer el tiempo, sino para redefinir la historia del atletismo.