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Todo comenzó en Mao, hace ya más de 30 años y la mayoría, cuando la ve, evoca enseguida los recuerdos de aquellos Juegos Olímpicos abriendo el siglo, allá en Sidney, pues aquella épica de quedar entre las 10 primeras para ese entonces, bien pudo equivaler a una medalla para Wanda Rijo.

Y sí, uno la observa así, todavía impresionante, recia de carácter, pero de hablar pausado, con una dulzura que contrasta con lo imponente de su figura y esto a la vez le da un toque singular a su personalidad, la vuelve más grande y la mayoría evoca aquellos Juegos Olímpicos en el 2000 para poner en contexto a Rijo, pero no, su historia empezó en Mao, provincia de Valverde, allá por 1987.

El comienzo

Fue en unos Juegos Deportivos Nacionales y Wanda Rijo sentó las bases de lo que vendría después; tres medallas de oro en los 75 kilogramos y desde entonces, fanáticos y especialistas cifraron grandes esperanzas en la joven atleta.

En ese mismo contexto, logra una histórica medalla de plata en el Campeonato Mundial Juvenil, celebrado en Georgia, Estados Unidos.

Ya en los 90 llegaría su época dorada y pudiéramos en este período, tomar de referencia su colosal desempeño en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Maracaibo en 1998, cuando otra vez, como había ocurrido en Mao, logra tres medallas de oro, incluyendo un récord regional para ese entonces, tras levantar 75 kilos en arranque y 120 en el envión y compilar un total de 195 kilos.

La cúspide de su carrera

La mayoría coincide en que ese fue el momento cumbre de su carrera, su consagración como deportista, pues su hegemonía en el área fue absoluta, cimentando su dominio con más veras tras alcanzar la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Winnipeg en 1999, convirtiéndose en ese momento en la primera representante de la halterofilia dominicana en alcanzar semejante resultado.

Cuatro años después, en Santo Domingo, frente a su gente, Wanda Rijo volvió a refrendar su excelsa clase siendo la reina de los 75 kilos en los Juegos Panamericanos de 2003, con récord personal incluido.

En 2004, siendo leyenda viva del deporte en Quisqueya, Wanda Rijo participa en los Juegos Olímpicos de Atenas, en lo que sería el preámbulo para su posterior retiro.