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En un giro inesperado que evoca nostalgia y esperanza, el tenis estadounidense ha vuelto a hacer sentir su presencia en el escenario global del US Open. Tras dos décadas de ausencia en las instancias finales del último Grand Slam de la temporada, el torneo de Flushing Meadows ha sido testigo de un impresionante renacer de los jugadores locales, con dos hombres y dos mujeres alcanzando las semifinales por primera vez desde 2003.

En el ámbito masculino, Taylor Fritz y Frances Tiafoe han sido los artífices de esta revitalización. Fritz, clasificado en el 12º puesto del ranking ATP, logró una victoria contundente sobre el alemán Alexander Zverev, actualmente 4º en el ranking. Por su parte, Frances Tiafoe, en la posición 20, se impuso al búlgaro Grigor Dimitrov, número 9 del mundo. Estos triunfos no solo han elevado la moral del tenis estadounidense, sino que también han consolidado a Fritz y Tiafoe como nuevos referentes en el deporte.

En el lado femenino, aunque las hermanas Williams han sido las protagonistas históricas, esta vez el protagonismo recayó en Emma Navarro y Jessica Pegula. Navarro, ubicada en el 12º puesto, superó a la española Paula Badosa, mientras que Pegula, en la 6ª posición, hizo lo propio con la polaca Iga Swiatek, número 1 del ranking. Ambas jugadoras no solo han asegurado su lugar entre las cuatro mejores del torneo, sino que también han demostrado que el futuro del tenis estadounidense es prometedor.

El retorno a las semifinales por parte de estos cuatro tenistas marca una significativa victoria para el tenis estadounidense, que había enfrentado un declive notable desde la retirada de figuras icónicas como Pete Sampras, Andre Agassi y Andy Roddick. Durante la Era Abierta, Estados Unidos dominó el circuito masculino, pero en los últimos años, el país norteamericano había visto una disminución en su rendimiento, especialmente en la rama masculina.

Este resurgimiento en el US Open de 2024 ha traído consigo una bocanada de aire fresco. La última vez que los cuatro representantes locales alcanzaron esta etapa del torneo fue hace 21 años, en una época en que Andre Agassi, Andy Roddick, Lindsay Davenport y Jennifer Capriati brillaban en el tenis global. De hecho, Roddick fue el único en aprovechar esa localía para coronarse campeón, al vencer a Juan Carlos Ferrero en la final.

El US Open 2024 no solo representa una oportunidad para los tenistas estadounidenses de demostrar su valía, sino también una reafirmación del potencial y la pasión que aún reside en el tenis de Estados Unidos. Los aficionados locales están expectantes y emocionados por lo que podría ser un emocionante cierre para una temporada que ha devuelto el brillo a uno de los nombres más grandes en la historia del deporte.