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Los Angeles Lakers celebraron una importante victoria ante los Toronto Raptors, asegurando así su invicto en casa (5-0) y posicionándose en los puestos de acceso directo a playoffs. Sin embargo, la preocupación surgió cuando Anthony Davis, pieza clave del equipo, tuvo que retirarse a mitad del partido debido a una lesión en el ojo, encendiendo las alarmas en el equipo angelino.

El incidente ocurrió en un choque con Jakob Poeltl que dejó a Davis con una irritación severa en el ojo, provocándole un lagrimeo constante que dificultó su visión hasta el punto de impedirle continuar en el juego. Tras este percance, los Lakers anunciaron que el jugador se someterá a un examen oftalmológico para evaluar la gravedad de la lesión y descartar problemas mayores. Aunque no se ha confirmado, Davis es duda para el próximo partido contra los Memphis Grizzlies.

Davis, el pilar en ambos lados de la cancha

La lesión de Davis llega en un momento crítico para los Lakers, ya que el jugador ha sido fundamental en su desempeño, destacando tanto en la ofensiva como en la defensiva. Su impacto en la cancha va más allá de las estadísticas, y su habilidad para defender y generar jugadas ha sido clave en las victorias del equipo. Su percance ocular ocurrió mientras realizaba un espectacular tapón al pívot de los Raptors, demostrando nuevamente su compromiso defensivo.

Lesiones recurrentes y la posibilidad de protección

No es la primera vez que el ojo de Davis se convierte en motivo de preocupación. La temporada pasada, entre marzo y abril, sufrió lesiones similares que le obligaron a abandonar la pista en dos partidos y perderse uno más. Esto podría llevar al equipo a considerar el uso de gafas protectoras para el jugador, una medida que Davis ha utilizado en algunas ocasiones y que ayudaría a evitar futuros inconvenientes.

El equipo y la afición de los Lakers esperan que el percance no sea grave y que Davis pueda regresar pronto a la cancha. En una conferencia tan competitiva como la del Oeste, los Lakers necesitan a Davis en su mejor forma para mantener el ritmo y asegurar su lugar en la postemporada.

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