Your browser doesn’t support HTML5 audio

En el mundo del deporte no hay nadie que no sepa quién es Michael Jordan. La leyenda del baloncesto ha trascendido en el tiempo y también entre las diversas disciplinas no solo como una figura de los tabloncillos, sino como un ícono que resiste los embates de los años. Gracias a esto, no son pocos los que sin haberle visto jugar saben de quién se trata cuando se lo menciona e incluso, lo defienden a capa y espada como la máxima estrella que haya pasado alguna vez por la NBA.

Para ellos y también para todos los fanáticos del cine y el juego de las canastas llegará el próximo 5 de abril a los cines una producción llamada Air, dirigida por el popular Ben Affleck y protagonizada por él mismo junto a Matt Damon, Viola Davis, Jason Bateman y varias personas más. Este es un film que promete contarnos oscuros secretos de los primeros años del baloncestista más aclamado de la historia.

En concreto, lo que nos trae dicha producción cinematográfica es un detallado relato sobre cómo la marca de implementos deportivos Nike firmó a Su Majestad en el año 1984, cuando este recién era un novato y todavía no había debutado en el mejor basket del planeta. Aquel fue un movimiento que revolucionó la manera de entender el marketing en el rubro y le dio la oportunidad a la empresa de generar miles de millones de dólares desde aquel momento hasta hoy.

La gran curiosidad de la película es que no aparece en ella Jordan ni nadie que lo interprete, pero esto fue hecho adrede y explicado por Affleck: “Lo que quería tratar de lograr era que Michael Jordan tuviera el efecto en la historia que tiene en el mundo, que es que, obviamente, la gran mayoría de las personas no saben y nunca han conocido a Michael Jordan, y, sin embargo, saben sobre él, y saben lo que quiere decir y podrían hablar de él. Entonces, en cierto modo, es como una presencia que se siente y se discute y todos los que lo rodean están ahí. Pero nunca ves su rostro”.

Además, añadió: “La película tiene que ser realista, tiene que ser auténtica y tiene que sorprender a la audiencia. Porque si lo que sucede es algo que la audiencia puede predecir, incluso si les gusta, lo aceptan, es normal, es aburrido. Simplemente, no es lo que quiero hacer”.