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El mundo del deporte, y en particular la NBA, está acostumbrado a ver cómo las expectativas elevan o destruyen carreras. Para Bronny James, hijo del icónico LeBron James, esas expectativas son aún más pesadas. La sombra de su padre, uno de los mejores jugadores de baloncesto de todos los tiempos, no solo lo persigue, sino que lo envuelve. Desde que fue seleccionado en el puesto 55 del Draft de 2024 por Los Ángeles Lakers, la atención mediática ha sido implacable. Y tras los primeros dos juegos de pretemporada, los críticos no han sido clementes.

Un inicio titubeante: ¿Presión o realidad?

Bronny James ha jugado un promedio de 14.5 minutos en los primeros dos partidos de la pretemporada, pero sus números han sido desalentadores. Apenas ha sumado un punto en siete intentos, y ese único enceste fue una bandeja en tiempo de “basura”, cuando el partido ya estaba definido. Las críticas no se hicieron esperar, especialmente en redes sociales, donde muchos lo han señalado por su bajo rendimiento. Algunos usuarios de plataformas como Reddit no han tenido reparo en catalogar su actuación como “un desastre total”.

Es fácil perder de vista que estamos hablando de un jugador de solo 19 años, que apenas está comenzando su carrera profesional. Sin embargo, el apellido James no le permite el lujo del anonimato ni de un proceso de desarrollo tradicional. Ser hijo de LeBron James implica estar bajo los reflectores en todo momento, y cuando las cosas no salen bien, la reacción es proporcionalmente cruel.

La inclemencia de las redes sociales y la sobreexposición mediática

Comentarios como “es increíblemente malo” o “no sé cómo tiene tantos balones perdidos si apenas toca el balón” abundan en internet, lo que refleja no solo las expectativas desmesuradas, sino también una falta de empatía hacia un jugador que apenas está comenzando. La cruel realidad para Bronny es que muchos ya lo ven como un “beneficiario del nepotismo”, argumentando que su presencia en la NBA solo se debe a su linaje, y no a su propio mérito.

Pero, ¿es esto justo? Bronny James está intentando lo que pocos han logrado: labrarse un nombre propio mientras carga con el peso del legado de su padre. La presión que conlleva ser el hijo de LeBron, tanto por las expectativas de los aficionados como por la constante comparación con su progenitor, es inmensa.

Desarrollo en la G-League: ¿La solución para proteger a Bronny?

Afortunadamente, no todas las opiniones son despiadadas. Algunos fans han propuesto que los Lakers lo envíen a la G-League, donde podría desarrollarse sin la presión de la NBA y lejos de las críticas feroces de los medios. “Siento lástima por el chico. Tiene tanta presión y tantos ojos sobre él solo por ser quien es su padre”, comentó un usuario de Reddit, sugiriendo que Bronny debería tener tiempo para crecer en un ambiente menos hostil.

Este enfoque más mesurado parece tener sentido. La transición del baloncesto universitario a la NBA es compleja, y pocos jugadores llegan listos para contribuir de inmediato. En el caso de Bronny, que ya de por sí estaba bajo un microscopio debido a su temporada irregular en la Universidad del Sur de California (USC), la G-League podría ofrecerle un espacio para mejorar sin la constante atención negativa.

La paciencia es clave: ¿Podrá Bronny labrarse su propio camino?

Es fácil olvidar que Bronny James es todavía muy joven. A sus 19 años, tiene tiempo por delante para mejorar y adaptarse al ritmo y las exigencias de la NBA. Pero para eso, la paciencia será fundamental. No solo por parte de los aficionados, sino también de la propia organización de los Lakers. Forzar su desarrollo, o peor aún, colocarlo en situaciones donde esté expuesto al fracaso antes de estar listo, solo servirá para dañar su confianza y potencial.

En el mundo del deporte, y particularmente en el baloncesto, el apellido es una espada de doble filo. Mientras que le ha abierto puertas que pocos podrían soñar, también le ha puesto una carga casi insostenible de expectativas. Bronny no solo está intentando ser un buen jugador de baloncesto; está tratando de demostrar que merece estar en la liga por sus propios méritos, y no solo por ser el hijo de una leyenda.

El reto de ser Bronny James

Bronny James tiene un largo camino por recorrer, y sus primeros tropiezos en la pretemporada no deberían ser motivo de condena inmediata. La presión mediática y la crueldad de las redes sociales son realidades con las que debe lidiar, pero también tiene la oportunidad de silenciar a sus críticos con trabajo duro y desarrollo constante. La pregunta es: ¿Le daremos el tiempo necesario para hacerlo?

Los Lakers y sus aficionados deberán equilibrar sus expectativas y brindarle el espacio que todo novato necesita para crecer. Porque, al final del día, no se trata solo de ser el hijo de LeBron James, sino de construir su propio legado en el baloncesto.

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