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– Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí- contaba Augusto Monterroso en su célebre cuento, el cuento más corto de todos los tiempos, el cuento más corto, pero a la vez uno de los más significado, con la existencia como centro; las dudas, los miedos, la ilusión, la esperanza del ser humano, la determinación con la cual cada día las personas salen a comerse el mundo, entonces…

La analogía se impone y desde la perspectiva del aficionado común, promedio diría, debe ser así, como un sueño o algo parecido y en verdad sorprende y mucho, despertar, usted, yo, todos, despertar  y ver a los New Orleans Pelicans allí, siendo segundos en el oeste, relegando a Warrriors, Lakers y Mavericks; segundos hoy, primeros hace unos días, ganando y perdiendo con los mejores, haciendo delirar a la fanaticada del baloncesto y del deporte en general, en todo Luisiana y más allá.

Dos meses después…

Más de dos meses después, con la temporada de NBA llegando a la mitad del calendario regular, luego de rebasados los primeros treinta desafíos, nadie lo pensó, debían estar pugnando por los lugares del 7 al 10, tal como ocurrió en la anterior campaña, la misma donde tras una ardua batalla pudieron llegar a playoffs, sopesando constantes altibajos y el tema de las lesiones, incluida la de su estelar Zion Williamson.

Fue la clarinada, el aviso, los Pelicans de la mano de Brandon Ingram en aquel entonces pisaron la tierra prometida y si bien cayeron ante los Suns de Phoenix, mostraron indicios del buen baloncesto que podían desplegar.

Llegó octubre y con octubre, Zion

En octubre Zion regresó y lo que un día había sido ilusión se volvió realidad y pasó un mes, un mes y medio, llegaron diez victorias, quince y anoche, otra vez sin Zion, también sin Ingram, ni Herb Jones, ni Trey Murphy, anoche los Pelicans volvieron a ganar.

Cuentan Marca y ESPN que fue la victoria 21 y que con marca de 21-12 los dirigidos por Willie Green se afianzaron como segundos, luego de fijar una diferencia de 20 cartones ante los Pacers de Indiana.

La pizarra reflejó un marcador de 113-93 y si la victoria fue en extremo importante, la lectura principal en el resultado estuvo condicionada por el hecho de que sin varios de sus pesos pesados los chicos de Green pudieron resolver el problema; ganó el grupo, se impusó el equipo y aquel viejo axioma de que en la unión está la fuerza…

Figuras

No estuvieron Zion ni Ingram, pero con Naji Marshall, CJ McCollum y Jonas Valanciunas en modo imposible, los Pelicans podían, igual pueden aspirar a todo.

Por un lado, Marshall con 22 puntos y 6 rebotes, McCollum con 19 puntos y 6 asistencias, por el otro Valanciunas con 20 puntos y 12 rebotes. Fueron el “trío del terror” y lideraron una ofensiva que opacó por completo a los Pacers de Mathurin y Haliburton.

Como lo lee, el tiempo pasó, pasó un mes, dos y los Pelicans siguen allí, entre los primeros, están y parece estarán por un buen tiempo.