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Los jugadores latinoamericanos han dejado una huella imborrable en la NBA, destacándose tanto por su talento individual como por su capacidad para contribuir al éxito de sus equipos. Al Horford no es la excepción. Y próximamente, podría unirse al reducido grupo de jugadores de América Latina que han logrado ganar un anillo. Ya que, si los Celtics logran vencer nuevamente a los Mavericks se consagrarán campeones.
Pero, ¿Qué jugadores consiguieron antes que Horford el ansiado anillo?
Alfred “Butch” Lee, de Puerto Rico, hizo historia como el primer latino en ganar un campeonato de la NBA. Logró este hito en 1980 con Los Angeles Lakers. A pesar de una carrera profesional relativamente corta debido a lesiones, su impacto en el baloncesto puertorriqueño es significativo, siendo un pionero que abrió puertas para futuros jugadores latinos en la liga.
Carl Herrera, nacido en Trinidad y Tobago y nacionalizado venezolano, fue un pilar defensivo para los Houston Rockets durante sus campeonatos consecutivos en 1994 y 1995. Su versatilidad y fortaleza en la pintura fueron cruciales para el éxito de los Rockets, y su carrera inspiró a muchos jóvenes jugadores en Venezuela y el Caribe.
Manu Ginóbili, originario de Argentina, es uno de los jugadores más destacados en la historia de la NBA y del baloncesto latinoamericano. Ganó cuatro títulos con San Antonio Spurs (2003, 2005, 2007, 2014) y es reconocido por su habilidad para realizar jugadas clave en momentos críticos, además de su capacidad para adaptarse a diferentes roles en el equipo. Ginóbili es admirado no solo por sus logros en la cancha, sino también por su ética de trabajo y liderazgo. Fue incluido en el Salón de la Fama del Baloncesto en 2022, consolidando su legado en el deporte.
Fabricio Oberto, también argentino, fue parte del equipo de los Spurs que ganó el campeonato en 2007. Conocido por su inteligencia en la cancha y su habilidad para jugar en equipo. Oberto complementó a estrellas como Tim Duncan y Manu Ginóbili, aportando en defensa y rebotes cruciales.
José Juan “J.J.” Barea, de Puerto Rico, se destacó como un base energético y dinámico. Fue una pieza clave en la sorprendente victoria de los Dallas Mavericks en 2011, especialmente por su desempeño en las finales contra los Miami Heat. Barea es también conocido por su trabajo filantrópico y su compromiso con el desarrollo del baloncesto en Puerto Rico.
Tiago Splitter, de Brasil, se destacó como un centro dominante y versátil. Fue campeón con los Spurs en 2014, jugando un papel importante en la defensa y contribuyendo con puntos clave durante los playoffs. Splitter es conocido por su capacidad para leer el juego y su eficacia en ambos extremos de la cancha.
Leandro Barbosa, de Brasil, ganó el campeonato con los Golden State Warriors en 2015. Conocido como “The Brazilian Blur” por su velocidad y agilidad, Barbosa fue un valioso jugador de rol en los Warriors, aportando puntos y energía desde el banquillo. Su carrera en la NBA, junto con su éxito internacional, ha sido una fuente de orgullo para Brasil.
Anderson Varejao, también brasileño, ganó el campeonato con los Cleveland Cavaliers en 2016. Aunque no jugó en las finales debido a una lesión, su contribución durante la temporada regular y su espíritu de equipo fueron vitales para el éxito de los Cavaliers. Varejao es recordado por su tenacidad y su estilo de juego incansable.
Juan Toscano-Anderson, de ascendencia mexicana, se coronó campeón con los Golden State Warriors en 2022. Su trayectoria es un ejemplo de perseverancia, pasando por ligas menores y equipos internacionales antes de consolidarse en la NBA. Toscano-Anderson ha sido un defensor y promotor activo del baloncesto en México, inspirando a jóvenes jugadores con su historia de superación.
El Campeonato de Al Horford en 2024
Al Horford, con su primer anillo conseguido con los Boston Celtics en 2024, añade un capítulo más a la historia de éxito de los jugadores latinoamericanos en la NBA. Su habilidad, liderazgo y contribución al equipo lo destacan como una figura importante dentro y fuera de la cancha, inspirando a la próxima generación de talentos del baloncesto en América Latina.
La presencia y el legado de estos jugadores continúan resonando en la NBA, demostrando que el talento latinoamericano no solo puede competir en el más alto nivel, sino también triunfar y dejar una marca indeleble en el deporte global.