Canadá terminó su racha histórica en la Copa Mundial FIBA ​​2023 con una victoria por la medalla de bronce sobre el poderoso Estados Unidos en una emocionante conquista en tiempo extra 127-118 en el Mall of Asia Arena el domingo 10 de septiembre.

El jugador de la NBA Dillon Brooks pasó de villano a vencedor con una explosión de 39 puntos en 12 de 18 tiros y 7 de 8 en triples, mientras que el miembro del primer equipo All-NBA Shai Gilgeous-Alexander añadió 31 puntos, 12 asistencias y 6 rebotes.

Anthony Edwards y Austin Reaves lideraron la lamentable derrota con 24 y 23 puntos, respectivamente, mientras Estados Unidos se va a casa sin una medalla de la Copa del Mundo en torneos consecutivos por primera vez en 53 años.

El partido que todo el mundo esperaba, pero cuyo desarrollo pocos podían presagiar. Los hombres de Jordi Fernández se llevaron una victoria de enorme mérito por 127 a 118 en la prórroga con un Dillon Brooks a nivel MVP. El jugador de los Rockets rompió su propio récord de anotación con 39 puntos para elevar a los suyos al bronce en este Mundial FIBA 2023.

Un partido memorable que tuvo un desenlace de infarto. A pocos segundos del final Mikal Bridges acudió a la línea de tiros libres y -3 en el marcador. El jugador de los Nets erró el segundo lanzamiento, en la pelea él mismo capturó el rebote y anotó un triple estratosférico que forzó a la prórroga.

Sin embargo, si se revisa la acción se comprobará que Bridges cometió infracción por entrar antes de tiempo. Por tanto, el tiro no debió contar.

Pero dio igual. Porque en la prórroga el mejor equipo, el más equilibrado y el más constante acabó por imponerse. Elevados por Shai Gilgeous-Alexander y el mencionado Brooks consiguieron deshacer el empate para llevar a Canadá a la medalla de bronce.

Brooks, por su parte, tuvo el mejor partido de toda su vida. Empezó el duelo con un inmaculado 6 de 6 desde el triple para añadir uno más en una serie de 8 de 10 desde la larga distancia. Estas 8 conversiones suponen el récord de un jugador en un encuentro más allá de las semifinales, rompiendo el registro prexistente de Kevin Durant ante Turquía en 2010 con 7. Todo ello para unos 39 puntos que dieron alas a Canadá cuando menos era posible.

En el otro lado de la historia Estados Unidos, dando una imagen parecida a la del resto del torneo. Inconstantes, a fogonazos y sin cohesión ofensiva. Las explosiones de Anthony Edwards (24 puntos) contrastaban con sus malas decisiones ofensivas, las cuales le costaron al Team USA el partido en algunos momentos.

Steve Kerr trató por todos los medios de corregir la diferencia de altura y presencia defensiva tras las bajas de Ingram, Jackson Jr y Banchero por enfermedad, llegando a apostar por el small ball incluso. Pero nada surtió efecto y el talento no fue suficiente. Esta es la primera vez desde el lapso 1963-1970 en donde los Estados Unidos no sacan medalla en varios Mundiales seguidos.