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Ya se venía comentando durante las semifinales de conferencia del Oeste pasadas en las que los Lakers dejaron sin chance a los entonces actuales campeones Golden State Warriors, que este equipo esté muy cerca de iniciar una severa renovación en su plantilla, que muchas satisfacciones le ha brindado a su amplia afición.
De hecho, no vivieron buenos momentos en la temporada regular, siendo de esos equipos que tuvo que ir de menos a más en las jornadas finales para amarrar su clasificación, aunque lo haya hecho en la sexta ubicación de esta zona, pero dándose el lujo de dejar en el camino a uno que parecía contendor, como los Sacramento Kings.
Un equipo que desde que cuentan con una figura como Stephen Curry y que luego se fuera rodeando de muy buenos compañeros, fue algo que sin duda les permitió jugar las finales de la NBA en cinco temporadas en fila, en lo que fuera su mejor época en su larga historia.
Y sin dudas que uno de sus más duros y fieles guerreros ha sido Draymond Green; de esos que sin ser un jugador espectacular o con buenos dotes le ha podido aportar mucho a esta causa, y que hasta en ocasiones ha fungido como una especie de asistente de Steve Kerr en momentos clave de algún partido de definición.
Pero como ya mencionamos al principio, todo lo que sube en algún momento tiene su caída, y esta franquicia ya está por ver a cada uno de sus protagonistas en su etapa de declive, algo que se verá reflejado en sus resultados colectivos; y justo uno de ellos puede ser el propio Green.
Esto considerando que se encuentra en su último año de su contrato actual, y según un informe del reportero de la NBA, Marc Spears, bien puede declararse como agente libre, en caso de pretender activar su opción de jugador de última temporada contractual con los de San Francisco.
Algo que él mismo tendría que confirmar este mismo mes que transcurre; aunque también se ha conocido que los Warriors desean que finalice su vínculo en el cierre de la temporada 2023-2024, dado que aún desean contar con buena parte de su plantilla actual y que su renovación inminente no sea tan drástica.
Han sido 11 años jugando en la NBA de forma ininterrumpida, jugando siempre con Golden State, y resultaría muy raro ver a Draymond Green con otro uniforme; hablar de él es asociarlo de una vez con esta divisa, además que hasta el momento no ha habido algún interés de otra franquicia en adquirirle, aunque esto puede cambiar en cuestión de un parpadeo.
Más allá de su polémico comportamiento dentro y fuera de la cancha; solo en esta temporada recordar su “impasse” con su propio compañero Jordan Poole, y en los Playoffs cuando se atrevió a pisotear a Domantas Sabonis, Green es parte del ADN de este equipo, y solo sería cuestión de su propia iniciativa el complacer a sus directivos y aficionados, o en su defecto optar por respirar nuevos aires.