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Que es muy bueno, todos lo saben, que pudo o debió brillar en Chicago con los Bulls, también lo saben, como también saben que el tiempo ha sido perfecto para que dos meses después de haber arrancado la actual temporada de NBA, Lauri Markkanen reclame su espacio entre los jugadores de élite en la liga, al día de hoy.
Y lo saben, todos sabemos de hecho, sabemos eso y mucho más, pues ya no son uno, ni dos, ni tres, ni diez partidos en esta campaña, son más de 30 y Markkanen ha sido brillante una, dos, tres, cuatro, las veces que ha querido y en Salt Lake City ya adoran al finlandés como si de un dios se tratase.
El punto más alto en el proyecto de Hardy
Si hay un punto alto, no solo por estatura, más bien por calidad y por consistencia sobre todo, si hay un punto alto dentro del proyecto que propone Will Hardy con los Jazz de Utah, ese punto alto es Lauri Markkanen, sí, aquel mismo que debió brillar y ser figura en Chicago pero no lo fue, jugó bien, normal diría y es que el tiempo cuece ritmos de una manera particular y todo termina teniendo sentido, como por ejemplo esto que vemos, Markkanen descollando en Utah, en Denver, en Portland, en Miami, en cualquier lado, simplemente descollando, haciéndolo mejor que nunca y ya se habla de All Star, de esto y aquello incluso…
Hace un rato y fue así y la sensación de un tiempo que fue efímero se impone, pues fue anoche, hablamos de anoche, justo cuando en Detroit, ante los Pistons, otra vez, Lauri Markkanen volvió a disertar.
La clase de Lauri
Y no fue una disertación cualquiera, no, no fueron ni 20, ni 25, ni 30 puntos, fueron 38, sí, casi 40, como lo lee y no solo eso, con su actuación, jugando de visitante, el alero encestó 9 triples para registrar la mejor marca de su carrera en este aspecto, tal como señala ESPN.
Estuvo lo individual y fue determinante, una vez más Lauri fue así, determinante, imprescindible con su labor en la cancha en pos de asegurar un buen triunfo, importante, ante un rival incómodo, con pizarra de 126-111.
Lauri brilló, los Jazz ganaron y al mismo tiempo, los Bulls, los que en su día fueron el equipo de Lauri, como ya escribimos, los Bulls ganaron al Heat de Miami in extremis, con excesiva agonía, 113-103, pensando tal vez en lo mucho que les hubiera hecho falta Markkanen, en pos de solventar la crisis actual.
Otra historia…
Y tiene que ver, es obvio, Markkanen, los Bulls, los Jazz, son los elementos del ciclo que componen el escenario actual, pero al final los de los Bulls y la nostalgia por Laurie es otra historia, igual de importante, pero otra historia.
Volviendo al punto, allá en Detroit, refiere AP que Markkanen dictó sentencia sí, fue su noche como ha sido habitual, mismo guion, mismas pautas, algo exagerado con esos 9 triples, pero su guion y a su rol protagónico se le sumó el papel desplegado por figuras como Jordan Clarkson con 21 cartones y Malik Beasley con 17.
Utah ganó y con el peso de los acontecimientos a su favor, Lauri Markkanen dictó sentencia; su impronta no es parte de ese cuento lindo de un diciembre invernal, no, su historia es una de las mejores historias que se han escrito en los tabloncillos en estos meses finales de 2022.